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La académica Carolina Martínez detalla que la extracción ilegal de bosques de algas empeora la situación, provocando oleaje extremo y un impacto en el ecosistema. Para la noche del 30 de diciembre se espera un peak de marejadas fuertes, con olas viajando grandes distancias y con mucha energía. El daño a la infraestructura costera es evidente, y se destaca la importancia de incluir las marejadas como amenazas recurrentes en la planificación costera. La erosión ha sido intensificada por eventos de marejada y la urbanización costera, afectando tanto a la intermareal como a la comunidad de habitantes.
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Durante este fin de semana, marejadas de hasta 4 metros sorprendieron a las personas que se encontraban en las zonas costeras del país. Incluso, este fenómeno se vio en costas del Perú y Ecuador.
A raíz de esto, expertos se preocuparon por el impacto en la infraestructura y erosión.
Asimismo, esto abre la urgencia de una Ley de Costas para gestionar la zona costera ante el cambio climático. Esto porque el 86% de las playas de Arica y Chiloé muestran signos de erosión.
Esta fue la temática que abordamos con la académica y directora del Observatorio de la Costa de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Carolina Martínez.
La experta detalló que “desde 2015 a la fecha la erosión se ha ido intensificando”.
Agregó también que la extracción de bosques de algas “son mitigadores” del sistema de oleaje extremo. “Hay una extracción ilegal (…) no hay una fiscalización o regulación de lo que se extrae”, manifestó.
Según detalla la entrevistada, la disminución de estos bosques provoca “oleaje extremo” y un impacto al ecosistema. Asimismo, “incuba más desastre”; en caso de un tsunami, este sería más fuerte.
Para la noche de este 30 de diciembre, la experta indica que se espera un peak de marejadas fuertes.
“Viajan gran cantidad de kilómetros y vienen animadas de mucha energía porque derivan de la incorporación de la energía provocada por grandes tormentas (…) llega acá con mucha intensidad, con mucha fuerza”, explica.
Daño a la infraestructura
Es el impacto de las olas en las playas lo que impacta la infraestructura y daña, también, la infraestructura costera.
“Tenemos una memoria de muy corto plazo respecto de los desastres que nos aquejan y las marejadas ya deberían ser incluidas como amenazas de origen natural recurrentes en nuestra costa”, agregó.
En el estudio que ha realizado la experta, aborda que estos 5 años de investigación, han registrado los cambios en las playas de Arica hasta Puerto Montt.
“Lo que vemos es un aumento en el retroceso de las playas, es decir, más del 80% de las playas en Chile están con esta tendencia, reduciendo su ancho y cambiando la morfología”, detalló.
Esto, según la experta, afecta la intermareal -unos trunquetos y especies que son alimentos para aves migratorias- y a la comunidad de habitantes.
“La erosión ha sido gatillada por estos eventos recurrentes e intensos de marejada, pero también por una componente humana que nos ha dado tanta importancia,que es la tremenda urbanización que tenemos de nuestra costa, y también hay que hacer un mea culpa al respecto”, concluyó.
Revisa todos los detalles en la entrevista completa.