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Universidad de Antofagasta despide a 233 docentes y desencadena toma estudiantil, mientras en la Universidad de La Frontera hay paro por desvinculaciones masivas debido a una disminución de 38 mil millones en ingresos. Exsubsecretario de Educación Superior destaca buena salud financiera general de instituciones y la importancia de planes de recuperación ante riesgos. Gratuidad afecta a universidades privadas con aranceles insuficientes, llevando a ajustes como despidos y menor inversión.
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La crisis financiera está azotando a las universidades chilenas. Por un lado, la Universidad de Antofagasta despidió a 233 docentes, lo que provocó una toma estudiantil.
Mientras que, por otro lado, la Universidad de La Frontera enfrenta un paro por desvinculaciones masivas debido a una disminución de 38 mil millones en sus ingresos.
El superintendente de Educación, José Miguel Salazar, señaló que el estancamiento en la matrícula es uno de los factores detrás de esta situación.
Sin embargo, en conversación con Podría ser Peor, el exsubsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, apunta a otro lado.
¿Qué está pasando en las instituciones de educación superior?
Vargas explicó que el informe publicado por la Superintendencia de Educación Superior hace ver que la salud financiera de las instituciones de educación es buena. “Hay una salud en general que es positiva”, dijo.
“Cuando la Superintendencia detecta que existe una situación de riesgo en una institución, los contacta y pide la formulación de un plan de recuperación”, ejemplificó.
El vicerrector académico de la Universidad Finis Terrae explica que este plan de recuperación conducirá a una mejoría de la situación financiera por parte de esas instituciones.
Son dos los factores principales para un riego de este tipo, según explica el experto. En algunos casos puede ser provocado por una mala gestión o la gratuidad está afectando.
Asimismo, insistió en que es importante el rol que juega la Superintendencia para prevenir lo que ha ocurrido en el pasado, que las universidades terminan cerrando.
“No hay alumnos en la calle, y eso marca la diferencia. Pero evidentemente estamos en una situación que no es deseable”, agregó Vargas.
En el caso de los masivos despidos de académicos, Vargas anticipa que pueden tratarse de “profesores hora”, los que trabajan a honorario y contratados por un año. Quienes tendrán que suplirlos son los profesores de planta.
¿Qué significa la gratuidad para las instituciones?
En el caso de las universidades adscritas a la gratuidad, se puede dividir en dos.
La primera contempla a universidades estatales y del G9, unas que, en general, la política de la gratuidad no les afecta negativamente.
Las segundas son las privadas. Unas que tienen un arancel regulado que es “exivo”, que no alcanza a cubrir los aranceles de las carreras.
“Esto ha tenido que implicar, lamentablemente, apretarse el cinturón. Lo que se refleja en desvinculaciones, menor desarrollo, menor inversión en infraestructura, entre otros”, comentó el experto.
Revisa todos los detalles en la entrevista completa.