Carolina Pérez, educadora de párvulos con máster en educación en Harvard, explicó algunos puntos que sustentan la medida adoptada en Las Condes.
La restricción de los dispositivos móviles en siete colegios municipales de Las Condes se ha convertido en uno de los temas más comentados al inicio de la presente semana.
Cabe recordar que desde el segundo semestre, en dicha comuna, alumnos entre pre-kinder y cuarto básico tendrán prohibición de llevar celulares a los establecimientos educacionales, mientras que de quinto a cuarto medio pueden tenerlos, pero no darle uso durante toda la jornada.
Con respecto a este tema, en el “Podría Ser Peor” nos contactamos con Carolina Pérez, educadora de párvulos de la Universidad Católica y Máster en Educación de la Universidad de Harvard, quien se refirió a este controversial tema.
“Yo soy parte del comité creativo de la medida, así es que estoy muy contenta”, comenzó diciendo la experta. Posteriormente, explicó que a dos días de haberse implementado, “ya se ven los recreos llenos de niños jugando”.
Con respecto a la necesidad de los estudiantes de tener un móvil en casos de emergencias, Pérez señaló que “todos los países desarrollados están diciendo hace rato que lo que necesitan los niños es un teléfono almeja, no necesitan un smartphone”.
La educadora estableció, también, que “este aparatito está diseñado para generar adicción, no tiene nada que hacer en la rutina del colegio”.
Herramienta de distracción masiva:
En esta misma línea, la entrevistada planteó que “el smartphone nunca fue diseñado como una herramienta educativa. Aquí en Chile todo el mundo se creyó que con un teléfono voy a poder programar robots y poder ir a trabajar a la NASA”.
Siguiendo con esta misma idea, Los niños lo único que quieren es un smartphone para estar en redes sociales, para ver pornografía o estar metidos en videojuegos… es una herramienta de distracción masiva”.
Finalmente, la profesional afirmó que muchos adolescentes tienen una fuerte adicción a estos aparatos y que al quitárselos, se genera un síndrome de abstinencia. Para esto, se debe capacitar a los docentes para entender cómo lidiar con estas circunstancias.