Una notoria alza de tarifas podrían registrar las autopistas a partir del 2023 lo cual según la variación del IPC (Índice de Precios al Consumidor), podría incrementar hasta un 13% lo cual es una cifra considerable para el bolsillo de los conductores
En el Congreso, parlamentarios ya emplazaron al Gobierno a tomar medidas al respecto y se espera una respuesta de lo que puedan argumentar las concesionarias. Para profundizar en más detalles, conversamos con el Académico de Ingeniería Industrial de la Universidad Católica de Valparaíso, Franco Basso.
“Estas extensiones de contrato que usa el MOP para disminuir las tarifas del TAG consiste en traer lujos futuros y si vamos a gastar un peso extra va a ser muy cuestionable que se usen para estos costos en vez de avanzar en infraestructura y movilidad”, sostuvo.
Tarifas e IPC
“Cuando se hicieron estos contratos de concesión era una tecnología bastante nueva esos años las autopistas y lo que se buscó es que las personas pudiesen acostumbrarse con tarifas que eran bajas e iban ir subiendo progresivamente”, explicó el profesional.
Y agregó: “Tras el estallido social varios movimientos se sumaron a la petición de bajar esta alza y las renegociación que se logró en su minuto consistió que quedara solo en UF. LA primera fijación que se hizo generó un alza de 2,7% que era el IPC en ese entonces.
“El problema es que tenemos un IPC histórico los últimos 12 meses, un 12,7% ahora que se notará bastante. Para una persona que utiliza todo los días la Costanera Norte en hora punta, le va a significar a partir de enero un alza de $33.000. Son cifras que son importantes pero hubiesen sido mucho peores sin las renegociaciones”, persistió.
E insistió: “Es grave la situación por la inflación, no es algo que uno puede achacarle directamente a la autopista en un contexto global con cifras peores en Chile y cuando se acumulan las alzas terminan siendo bien potentes”.
Asimismo el académico enfatizó en el crecimiento real de los salarios lo cual ha ido en menor incremento respecto al IPC lo cual lo deja en cifras negativas y según su postura “gastar harto dinero estatal en evitar alza de autopistas no parece razonable”.
“El uso de automóvil particular no es un derecho, es un privilegio desde el punto de vista económico y no es algo que el Estado quiere subsidiar a diferencia del transporte público. El uso exacerbado del auto genera externalidades negatividades como la congestión y la contaminación”, cerró.
Revisa la entrevista completa junto a Julio César Rodríguez en el Podría ser peor.