Finalmente, el día de hoy la Convención Constitucional terminó su trabajo, llevando a cabo la última votación que le correspondía al pleno del organismo.
De este modo, el texto constitucional está listo en su versión final, para ser leído y analizado por todos los chilenos, y sólo queda esperar a su entrega durante la ceremonia de clausura del próximo 4 de julio.
Gaspar Domínguez, Vicepresidente de la Convención, hizo un balance de este proceso de casi un año de trabajo.
Ha sido, como decía el escritor Raúl Zurita, “hermoso y caótico” a la vez. Porque un grupo de ciudadanos, digamos normales, que no venimos del mundo de la política habitual, con 2/3 de independientes, tuvimos que aprender a ponernos de acuerdo. A hacer reglamento, a votar normas, y hoy día justamente votamos la última de las cuestiones. Va a haber que preparar y juntar el texto como resultado de lo que votamos y el día lunes se lo entregaremos a los pueblos de chile en manos de su presidente, Gabriel Boric.
Yo soy de una familia numerosa, somos varios hermanos, y muchas veces, cuando queremos comprar pizza, hay sendas discusiones sobre qué sabores vamos a elegir. O cuando los apoderados de un curso quieren salir de vacaciones, elegir el lugar puede tomar varias reuniones y meses. Imagínate escribir una constitución entre 155 personas. Por eso es que estoy tan contento de que hayamos podido completar en tiempo y forma la tarea que nos fue encomendada por el pueblo de Chile.
Para poder lograr las normas que forman parte del texto de la nueva constitución, son las que consiguieron el quorum de 2/3 de los convencionales, es decir, la gran mayoría de las personas. Eso implicó, necesariamente, ponerse de acuerdo entre muchas personas que pensamos muy distinto, y en ese sentido las posturas iniciales de algunos que quizás eran más excéntricos, por decirlo de alguna manera, no fueron las que hoy se ven reflejadas en el texto final.