Un violento ataque a menores de edad se registró el 29 de julio en la ciudad de Southport, Reino Unido, cuando un joven atacó con un cuchillo a una multitud, asesinando a tres niñas y dejando a otras ocho personas heridas. El hecho ha conmocionado a la población inglesa, ocasionando una tensión que estalló luego de la filtración de información falsa respecto del origen musulmán del atacante, destando una ola de disturbios antiinmigrantes.
A lo anterior, se suma un complejo ambiente en Europa donde se observa un debilitamiento de potencias y el surgimientos de otras en medio de un escenario de conflictos, marcados por la guerra entre Ucrania y Rusia.
En una nueva edición de La entrevista de Tomás Mosciatti, se conversó con Fernando Wilson, doctor en Historia y profesor de la Universidad Adolfo Ibañez, quien en esta oportunidad analizó los factores que inciden en el tenso escenario que se presenta en Europa.
Un problema cultural
“Gran Bretaña es una sociedad que, como todo el resto de Europa, está en una dinámica de transición bastante compleja y en la cual las primeras olas de migración que se dieron ya desde el siglo XIX lo hicieron en un esquema de asimilación”, comentó Wilson.
“El drama viene desde la última década, cuando comienzan a llegar migrantes de Asia Central y Medio Oriente, los cuales no tienen el interés de asimilarse a la cultura local, sino que más bien crear espacios donde ellos trasladan sus culturas de origen”, explicó.
Ahora bien, “el mero hecho de que este joven mantenga las culturas musulmanas de África Central, terminó de inflamar y gatillar la tragedia de la que hemos estado viendo en las noticias en los últimos días y que no parece que vaya a terminar a corto plazo”, enfatizó.
“Esto es más bien un problema que no está contenido dentro del sistema político británico, esto es un tema de orden cultural”, comentó.
Tensión en Europa
“Alemania está en un proceso comparativamente similar, pero tiene un problema que es la enorme carga que representa la derrota de la Segunda Guerra Mundial y los horrores del nazismo”, y agregó que, “hoy también el problema de la migración, pero el verdadero drama es aceptar que Alemania es una superpotencia”.
“Si Gran Bretaña ha convertido en virtud esto de cambiar, de adaptarse, Alemania presenta una dinámica de rigidez que quizás es lo que quiere aprovechar Francia”, explicó.
“Europa completa se encuentra en un estado de flujo reactivo, no propositivo, no está proponiendo nada, está reaccionando frente a los estímulos que le llegan de fuera”, enfatizó.
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