En una nueva edición del Expreso PM nos acompaña Alejandra Falabella, directora de Doctorado en Educación de la Universidad Alberto Hurtado y Diego Portales, para conversar respecto a la importancia de la educación parvularia y la particular situación que viven los hombres en este rubro que por años ha sido relacionado más a lo femenino a diferencia de lo que ocurre en la educación básica, media y superior.
Según el último registro, la cifra de hombres que trabajan en el sistema parvulario es de 204 y en lo que respecta a las mujeres esta asciende considerablemente en 91 mil.
Todos los detalles en la entrevista completa por Bio Bio TV.
“Está arraigado en nuestra cultura y nuestra historia, nuestras abuelas y bisabuelas que nos cuidaban. Quien nos cría y cuida clásicamente está en el rol de la mujer y está en la casa. Se extiende la idea a quien trabaja en el jardín infantil y eso se llama la división sexual del trabajo que se estudia mucho más en las carreras de la ciencia”, contextualizó.
Y agregó: “Sin embargo han estado invisibilizados estos ámbitos a los cuales estamos tan acostumbrados, quienes nos cuidan y hacen el sistema de salud y de educación, que son las dos áreas en donde están por lejos más las mujeres. Hay un reflejo de la sociedad de cómo valoramos el cuidado y la educación en nuestra primera infancia”.
“La jerarquía y la desigualdad va en directa relación con la edad, mientras más pequeños los niños más mujeres, mientras más adultos más hombres como en las universidades. Ahora han entrado más mujeres porqué han habido políticas y un movimiento feminista”, enfatizó.
“En el estudio nos dimos cuenta que tiene que haber una política de cómo atraer a estudiar y de retención”, complementó, a partir de una investigación realizada con Viviana Ovando.
E insistió: “Tiene que haber una política y un cambio cultural integral. Somos una sociedad adultocéntrica y machista, lo tenemos tan arraigado que cuando vemos a un hombre en el aula a cargo de niñas y niñas. Que un hombre esté a cargo de bebes es algo prohibido como un tabú y cuando encuentras algunos están en los niveles de transición que son de 4 a 6 años, entonces tiene que ser un cambio integral, con la familia y las educadoras”.