A menos de una semana de la llegada de la primavera al hemisferio sur las temperaturas han ido constantes y a la baja, sin embargo a pesar de lo esperado de este cambio de estación, hay quienes se ven afectados con las reacciones alérgicas que produce el polen del pasto y los árboles, el cual entre septiembre y diciembre se desprende más habitual de la vegetación.
Se guardan las chaquetas y los abrigos, pero algunos deben sacar los medicamentos y los pañuelos en caso de congestión, ya que es uno de los síntomas alérgicos más habituales. Para profundizar más al respecto, conversamos con la inmunóloga de la Clínica Dávila, la doctora Carla Bastías.
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Síntomas y medicamentos
Sin duda que lo más esperado de la llegada de la estación primaveral es el aumento de las frías temperaturas invernales, no obstante para muchos ciudadanos implica un desafío y la medicación y prevención para sufrir brotes alérgicos se hace latente.
“La medicación para las alergias son los antihistamínicos y los corticoides inhalados y se pueden usar por mucho tiempo. Algunos pacientes nos manifiestan que empiezan a tener un efecto como de resistencia a los antihistamínicos pero no está comprobado científicamente”, añadió.
Sobre la efectividad de los fármacos para combatir los síntomas, la doctora es enfática en mencionar que la evaluación medica es fundamental para recibir un tratamiento personalizado. Incluso una alergia no bien tratada puede llevar a sufrir complicadas patologías como la sinusitis y la bronquitis.
“Hoy día tenemos una amplia gama de antihistamínicos, hay de primera y segunda generación. La diferencia principal es que los primeros son sedantes, generan sueño y sequedad de la boca. En cambio, los más nuevos evitan los efectos secundarios y son mejor tolerados”, destacó.
Y además complementó que: “Entre los antihistamínicos de segunda generación hay unos que tienen más o menos potencia. Uno puede ir cambiándolos dependiendo de la severidad de los síntomas”.
¿Rebrote de síntomas alérgicos?
Este 1 de octubre la mascarilla dejará de ser obligatoria prácticamente en todo espacio a excepción de centros médicos, lo cual puede llegar a provocar un complicado escenario en lo que respecta a las alergias primaverales, frente a eso la inmunóloga llama a no automedicarse.
“Las mascarillas actúan como un método de barrera sobre todo en el momento cuando el polen de los árboles y el pasto está mas alto”, además la profesional recomienda a utilizar lentes de sol y en el caso de los conductores, andar con las ventanas del auto arriba.
La doctora de la Clínica Dávila afirma que en los últimos 10 años aumentó la incidencia de enfermedades alergicas tanto en niños como en adultos, lo cual hace más importante la prevención y el tratamiento para evitar complicaciones a futuro.
“Se sabe que las personas alérgicas no tratadas tienen más predisposición de enfermedades respiratorias como sinusitis y bronquitis. La idea de tratar una arritmia o asma alérgica es evitar otras patologías”, cerró.