Despachan a ley la iniciativa que prohibe fumar en playas, ríos y lagos dentro de una franja de 80 metros de ancho.
El Senado aprobó por unanimidad este proyecto que busca estar la contaminación por cigarros, impidiendo arrojar estos productos en la vía pública y en patios o espacios al aire libre (ya sean públicos o privados)
Sobre este tema, existe una startup científica que se dedica a reciclar los plásticos de las colillas de cigarro para reutilizarlos en la creación de nuevos productos.
Para conocer más sobre este tema, tomamos contacto con Valery Rodríguez, Química industrial, Cofundadora y directora de Imeko.
“Hemos tratado de incentivar la composición de las colillas de cigarro. El problema ambiental existe porque la gente las desecha de mala manera”.
“Las colillas de cigarro son muy abundantes, son u residuo altamente tóxicos, se ha determinado que el filtro de la colilla retiene miles de compuestos tóxicos, de los cuáles hay más de 200 tipos que son cancerígenos. Hay compuestos orgánicos, metales pesados, derivados del alquitrán o la nicotina que están retenidos en el filtro”.
“Hicimos una investigación científica (2017) respecto a las colillas de cigarro, nos dimos cuenta que el filtro del plástico se podía recuperar. Nos pusimos a trabajar firmemente, nos convertimos en una empresa de recolección y procesamiento de las colillas de cigarro. Removemos la toxicidad a través de un proceso químico, recuperamos el plástico y lo transformamos en otros productos”.
“Imeko ha trabajado en transformar este material en algo que puede usar la industria plástica”.
“Llevamos más de una tonelada y media de colillas de cigarros recicladas, son cerca de 5 millones de unidades de colillas de cigarros que evitamos que paren a entornos naturales y la playa”.
IMEKO es una startup científica dedicada al reciclaje y valorización de colillas de cigarro, que ha desarrollado una nueva tecnología para hacer de las colillas un residuo completamente reciclable.
Las colillas de cigarro representan una grave amenaza ambiental, tanto por su abundancia como por su toxicidad. Cada colilla retiene en su interior miles de sustancias tóxicas, y están fabricadas de un material plástico no biodegradable ni reciclable llamado acetato de celulosa.
A través de un proceso químico sustentable desarrollado por IMEKO, se remueven todas las sustancias tóxicas de las colillas y se recupera acetato de celulosa, plástico constituyente del filtro.
Este material se transforma en una nueva materia prima en formato pellet que puede ser comercializada en la industria para desarrollar nuevos productos sustentables.
IMEKO viene a posicionar una nueva tecnología de estándar global, capaz de solucionar la contaminación por colillas de cigarro, y generar valor en la economía circular de los plásticos.
*Fuente: IMEKO