En una reciente edición de Entrevistas BIO BIO, la periodista Loreto Álvarez conversó con Roberto Araya, profesor titular del Instituto de Educación de la Universidad de Chile, sobre un estudio innovador que busca medir la confianza en los niños. Este estudio, realizado con cerca de 3.000 estudiantes de 135 establecimientos, arroja luz sobre un tema crucial en la sociedad actual: la confianza.
“¿Usted se imagina medir la confianza? ¿Cuánto confía usted en sus padres, en la gente desconocida? Eso, llévelo a medir la confianza en los niños”, planteó Álvarez al inicio de la entrevista. Araya explicó que la confianza es un pilar fundamental en la sociedad: “Básicamente, yo salgo a la calle, hay gente que nunca he visto y confío que nadie me va a asaltar. Es muy importante la confianza que tenemos los demás”.
El estudio se llevó a cabo a través de un juego de bienes públicos, donde los niños debían decidir cuántas “banderitas” (un recurso simbólico) colocar en un pozo común. “Si a un egoísta le conviene poner cero, porque uno se queda con sus 10 banderitas, y que los demás pongan todo, eso indica desconfianza”, explicó Araya. Los resultados mostraron que los niños confían más en sus compañeros que en desconocidos, lo que confirma una expectativa lógica: “Todos los niños prefieren confiar en sus compañeros que en niños de otras escuelas”.
Sin embargo, el estudio también reveló diferencias de género en la confianza. “Los niños hombres confían más que las niñas”, afirmó Araya, lo que abre la puerta a nuevas preguntas sobre las dinámicas de confianza en la infancia. Además, se observó que los estudiantes de escuelas públicas mostraron un nivel de confianza ligeramente mayor que aquellos de escuelas subvencionadas.
La importancia de este estudio radica en su implicación para el desarrollo social y económico. “La confianza es central para el desarrollo de un país”, subrayó Araya. “Si uno ve a nuestros ancestros, éramos capaces de construir un grupo más allá de 100, 150 personas. Ahí está la confianza, cómo se fue formando”.
El profesor concluyó enfatizando que la educación debe ir más allá de las materias tradicionales: “La confianza es central, y eso lo aprendí trabajando en Asia. Primero, cuáles son las actitudes y los valores, y en particular la confianza, antes de entrar en los detalles de las materias”.
Este estudio no solo proporciona datos valiosos sobre la confianza en la infancia, sino que también invita a reflexionar sobre cómo se puede fomentar un entorno de confianza en las futuras generaciones.