A pocas semanas de iniciar el segundo semestre del año escolar, vuelve a surgir la discusión en torno a métodos y uso de tecnologías para fomentar el aprendizaje, incluyendo el uso del celular al interior de las salas de clases.
Este tema ha sido objeto de estudio a nivel internacional debido a la creciente preocupación por el desempeño educativo, el aprendizaje y la memorización efectiva. Por ejemplo, en un reciente estudio realizado en España, se reveló que el 80% de los estudiantes declaró no haber recibido formación en métodos de estudio, considerando que esta es su principal ocupación en la primera etapa de su vida.
En una nueva edición de Entrevistas Bio Bio Tv, se conversó con Jaime Balladares, psicólogo, académico de la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Chile e investigador del Núcleo Milenio para la Ciencia del Aprendizaje, quien en esta oportunidad abordó los factores que inciden en la formación y cómo se configura actualmente.
El proceso del aprendizaje
“Las estrategias que tradicionalmente uno aprendió, este hecho de subrayar, destacar o memorizar, como un elemento importante para aprender es cuestionable porque, obviamente, la sociedad cambia y lo que nosotros necesitamos aprender y la forma en que aprendemos también se modifica”, sostuvo Balladares.
Tradicionalmente, “la forma de evaluar se relacionaba con la idea de ser un buen alumno, y la evaluación se basaba en elementos de la memoria”, sin embargo, “hoy estamos en un escenario muy complejo donde necesitamos que nuestros estudiantes sean capaces de resolver problemas, identificar las partes que lo componen, ponerse en distintos escenarios y, por tanto, las formas tradicionales de memorización, tal vez no es más útil”, agregó.
“No hemos enfocado en lo que los estudiantes deberían saber, pero no en el proceso de qué se hace para llegar a ello, yo creo que ahí hay un vacío que es muy importante trabajar”, afirmó el académico.
“El aprendizaje se puede entender como un circuito, es muy importante la forma en que yo retroalimento, es decir, qué le estoy diciendo al estudiante cuando se equivoca, cuando lo está haciendo bien, y eso va a permitir que el estudiante se sienta más competente y con ello se va a involucrar más en las, lo cual lo llevará a tener mejores resultados de aprendizaje”, aseguró.
“El aprendizaje nunca es neutro siempre está en diálogo con lo que pasa en términos socioculturales”, enfatizó.
Factores que afectan la memoria
“Todas las recompensas están ligadas con la nota y no con el proceso que te lleva a la nota, entonces mientras eso no cambie está difícil que podamos modificar algo en esto“, comentó.
Antes “era muy importante memorizar, pero hoy tenemos herramientas que nos permiten guardar la información en el celular”, entonces “hay herramientas que nos permiten descansar la memoria, pero esa tecnología hace que tengamos que pensar en otros problemas más complejos”, comentó.
En este sentido, los cuestionamientos respecto del uso de los celulares en las salas de clases se deben orientar a “para qué voy a tener el celular y para qué lo voy a prohibir, si no está claro eso hay que repensarlo, y lo otro es que hay que entender el uso del celular como un elemento que te favorece al aprendizaje, se puede ocupar, yo lo ocupo cuando tengo que aplicar algún cuestionario o ver qué es lo que están pensando los estudiantes”, sostuvo.
“Tenemos que pensar si en realidad aporta para el aprendizaje o lo limita, y para eso no hay más que hacer ensayo y error, y evaluar la edad”, y agregó que, “lo que está claro es que el uso de celulares en niños muy pequeños afecta los procesos de aprendizajes, hay algo adictivo que funciona a nivel cerebral como recompensa, como si fuera una droga”.
Te invitamos a revisar la entrevista completa en Bio Bio TV.