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Un día como hoy, pero hace 484 años, Juan Gómez de Almagro jura como primer policía alguacil de Chile.
Las obligaciones propias del cargo del alguasil Mayor estaban determinadas en la legislación de Indias
Una de las más importantes era nombrar a sus tenientes. En tanto, dentro de sus prohibiciones estaba recibir donativos de los presos, capturar a alguien de manera diferente a lo estipulado o dejar a un detenido libre sin motivo alguno. Todo lo anterior significaba una falta grave que muchas veces terminaba con la pérdida del empleo.
Tanto el Al Guasil Mayor como los Al Guasiles Menores usaban como distintivo una vara de justicia. Tenía unos 85 centímetros de longitud, terminada en una cruz, la que debían llevar siempre descubierta para ser reconocidos como tales. En Chile existieron Al Guasiles Mayores del Cabildo y de la Real Audiencia.
Los primeros comenzaron sus servicios al poco tiempo de fundado Santiago y perduraron hasta la naciente República. En tanto, los Al Guasiles de la Real Audiencia debieron su existencia a la creación de ese tribunal y los albores del siglo XVII para extinguirse junto al mismo cuando Chile se independizó. Pedro de Valdivia llegó desde el Cusco formando una sociedad con Pedro Sancho de Lagos, a quien el rey Carlos V autorizó para conquistar las tierras más autrales con el título de gobernador del territorio comprendido entre el estrecho de Magallanes y el Polo Sur.
Pese a ello, confabuló junto a sus hombres para eliminar a Valdivia, quien desde junio de 1541 ostentó el cargo de gobernador y capitán general del reino y consciente de los rumores que apuntaban a un atentado en su contra, nombró a Alonso de Monroy como su teniente de gobernador y capitán general. Fue a él quien le tocó estar al frente de un grave suceso que a su vez marcó el inicio del actuar policial. ¿Qué ocurrió? Que en aquel entonces el malestar de los españoles que habían llegado a Chile se hacía sentir y por lo mismo comenzaron a conspirar con la idea de asesinar a Pedro de Valdivia.
A comienzos de agosto de 1541, Alonso de Chinchilla, uno de los confabulados, fue encarcelado en su domicilio por el alguacil mayor Juan Gómez. Monroy dejó expresamente dicho que tuvieran cuidado con el detenido, porque sus antecedentes así lo avalaban y además era yerno del procurador Andrés de Pastrana. No confeséis, porque no se sabe nada.
Era el escrito en aquella nota enviada por el procurador al interior de un pan. Habérselo comido no disminuyó la pena, más bien la agravó, pues la noticia llegó a oídos de Pedro de Valdivia, quien viajó a Santiago para justiciar a los conspiradores. Sin embargo, le perdonó la vida al maquinador más importante, Pedro Sancho de Hoz, en atención a que éste tenía una providencia real en virtud de la cual se había conformado la sociedad.
El actuar de Juan Gómez de Almagro en este acontecimiento fue trascendental, ya que asesinar a Valdivia era algo gravísimo, cuyo impacto pudo generar una guerra civil entre sus disidentes y seguidores, dejando la ciudad dividida entre miles de indios prestos a asaltarla, tal como ocurrió en septiembre. En 1547, el alguacil mayor tuvo otro rol relevante al detener el complot, también encabezado por Pedro Sancho de Hoz, destinado a eliminar a Francisco de Villagra. En la oportunidad, desenvainó su espada, pero la entregó a un subordinado que se encontraba cerca de él, a quien hizo matar al traidor.
Otro aspecto destacado fue su liderazgo durante el escape desde el fuerte Tucapel al Depurén, junto a 14 españoles y 400 indios llanaconas, tras la muerte de Valdivia en 1553. Juan Gómez de Almagro falleció en Panamá en 1569 durante un viaje de regreso a Chile desde España. Él fue el primer policía alguacil de Chile, prestando juramento a ese cargo el 25 de abril de 1541.