Efemérides: El 04 de febrero de 1703 se produjo el famoso suicidio ritual de los 47 Ronin

Raymundo Fleming

Periodista BBTV

04 de febrero | 12:57
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Ética y transparencia de BioBioChile

Un día como hoy, 4 de febrero, pero hace 322 años atrás, en la antigua Tokio, que entonces se llamaba Edo, se produjo un suicidio ritual conocido como seppuku o harakiri, un suicidio ritual protagonizado por 47 Ronin como un acto de venganza por la muerte de su maestro.

La leyenda de los 47 Ronin

En 1701, un conflicto en la corte del shógun Tokugawa Tsunayoshi desató una de las historias más emblemáticas de la historia samurái: la de los 47 ronin. La disputa comenzó cuando Asano Takumi No Kami Naganori, un daimyo de la región de Ako, fue humillado por Kira Kozukenosuke, un alto funcionario de shogunato. Al negarse Asano a pagar una suma de dinero a Kira, quien le instruía en asuntos de etiqueta, el conflicto culminó con un ataque impulsivo de Asano hacia Kira, que resultó en una herida leve. Esto fue suficiente para que el shogun decretara la muerte de Asano y la confiscación de sus tierras, sumiendo a sus samuráis en la verguenza de ser rónin (samuráis sin amo).

Sin embargo, los 47 leales servidores de Asano, dirigidos por por Oishi Kuranosuke, no estaban dispuestos a dejar que la muerte de su maestro quedara impune. A pesar de las severas repercusiones que podrían enfrentar, juraron vengar la muerte de su señor. Durante meses, adoptaron nuevas identidades como comerciantes y monjes para evitar levantar sospechas y para poder infiltrarse en la casa de Kira, quien, confiado en la aparente debilidad de sus enemigos, relajó sus medidas de seguridad. El plan de los ronin era paciente, esperando el momento adecuado para atacar.

Finalmente, el 14 de diciembre de 1702, los 47 ronin ejecutaron su venganza. Divididos en dos grupos, atacaron la mansión de Kira en Edo y, tras una feroz lucha, lograron cqpturar al funcionario. Ante la oportunidad de suicidarse con honor mediante el seppuku, Kira se negó, lo que llevó a Oishi a decapitarlo con la misma daga que su maestro había usado para su propio harakiri. Tras presentar la cabeza de Kira en el templo de Sengakuji, donde yacía enterrado Asano, los ronin se entregaron a las autoridades.

Su acto de lealtad y honor pronto se convirtió en una leyenda. Aunque el shogun los condenó a muerte, les otorgó la posibilidad de morir por seppuku, un acto que les permitía preservar su honor. El 4 de febrero de 1703, 46 de los 47 ronin fueron ejecutados.

En este video, Nibaldo Mosciatti nos cuenta más acerca de este acontecimiento que marcó la historia.

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Un día como hoy, 4 de febrero, pero hace 322 años atrás, en la antigua Tokio, que entonces se llamaba Edo, se produjo un suicidio ritual conocido como seppuku o harakiri, un suicidio ritual protagonizado por 47 Ronin como un acto de venganza por la muerte de su maestro.

La leyenda de los 47 Ronin

En 1701, un conflicto en la corte del shógun Tokugawa Tsunayoshi desató una de las historias más emblemáticas de la historia samurái: la de los 47 ronin. La disputa comenzó cuando Asano Takumi No Kami Naganori, un daimyo de la región de Ako, fue humillado por Kira Kozukenosuke, un alto funcionario de shogunato. Al negarse Asano a pagar una suma de dinero a Kira, quien le instruía en asuntos de etiqueta, el conflicto culminó con un ataque impulsivo de Asano hacia Kira, que resultó en una herida leve. Esto fue suficiente para que el shogun decretara la muerte de Asano y la confiscación de sus tierras, sumiendo a sus samuráis en la verguenza de ser rónin (samuráis sin amo).

Sin embargo, los 47 leales servidores de Asano, dirigidos por por Oishi Kuranosuke, no estaban dispuestos a dejar que la muerte de su maestro quedara impune. A pesar de las severas repercusiones que podrían enfrentar, juraron vengar la muerte de su señor. Durante meses, adoptaron nuevas identidades como comerciantes y monjes para evitar levantar sospechas y para poder infiltrarse en la casa de Kira, quien, confiado en la aparente debilidad de sus enemigos, relajó sus medidas de seguridad. El plan de los ronin era paciente, esperando el momento adecuado para atacar.

Finalmente, el 14 de diciembre de 1702, los 47 ronin ejecutaron su venganza. Divididos en dos grupos, atacaron la mansión de Kira en Edo y, tras una feroz lucha, lograron cqpturar al funcionario. Ante la oportunidad de suicidarse con honor mediante el seppuku, Kira se negó, lo que llevó a Oishi a decapitarlo con la misma daga que su maestro había usado para su propio harakiri. Tras presentar la cabeza de Kira en el templo de Sengakuji, donde yacía enterrado Asano, los ronin se entregaron a las autoridades.

Su acto de lealtad y honor pronto se convirtió en una leyenda. Aunque el shogun los condenó a muerte, les otorgó la posibilidad de morir por seppuku, un acto que les permitía preservar su honor. El 4 de febrero de 1703, 46 de los 47 ronin fueron ejecutados.

En este video, Nibaldo Mosciatti nos cuenta más acerca de este acontecimiento que marcó la historia.