El 20 de marzo de 1814 se produce la Batalla de Membrillar a orillas del río Itata en la actual Región del Ñuble.
Los contendientes fueron las tropas chilenas allí atrincheradas al mando del coronel de ingeniero en jefe Juan Mackenna y el ejército realista a cargo del general Gabino Gaínza.
Este fue un combate que comenzó y se desarrolló de manera imprevista ya que una orden mal entregada enredó en escaramuzas a las avanzadas de ambos ejércitos que llegaron combatiendo hasta el mismo fuerte.
Debido a esa orden los soldados realistas se precipitaron sobre las trincheras chilenas y el ejército atacante rodeó por todas partes el campo de Membrillar.
Las tropas se replegaron a las trincheras llevando consigo fusiles, sables y despojos. Ese movimiento no costó más perdida que la del comandante Almarza que herido por una bala de fusil fue a morir pocas horas después.
Fueron esas primeras escaramusas en que los patriotas tuvieron todas las ventajas y habían durado más de una hora.
Cerca de las 5 de la tarde el ejército realista nuevamente se acercó al campamento atrincherado de los patriotas pero Gavinza esta vez no se atrevió a atacar.
El fuego duró sin interrumpción hasta los 8 de la noche y en dos o tres ocasiones los realistas intentaron apoderarse del reducto patriota pero ellos consiguieron siempre rechazarlo.
Entrada la noche la derrota española parecía inevitable y además comenzó a llover persistentemente por lo cual el terreno se convirtió en un barrial.
Ante esto los realistas comenzaron a retirarse y eso se convirtió en una fuga desastroza, incluso dejando abandonada toda su artillería en una quebrada.
El Coronel Mackenna no se dio cuenta de su triunfo y lejos de aniquilar los restos se dedicó a reparar los desperfectos de sus fortificaciones por lo cual los españoles pudieron reorganizarse.