El 21 de febrero del año 1935 murió el piloto Luis Pardo que había nacido en Santiago el 20 de septiembre de 1882 y desde niño se mostró muy curioso por el mundo del mar.
En agosto de 1890 se creó la Escuela de Pilotines para formar oficiales de la marina mercante y la marina de guerra nacional. Para 1900, Pardo se inscribió con 18 años de edad y terminó sus estudios en 1903 ingresando al servicio de la Armada como piloto tercero en junio de 1906, pasando a integrar la sección de desarme de buques en Talcahuano.
Durante 1910 ascendió a piloto segundo, grado con el que fue enviado al apostadero naval de Magallanes y allí siendo comandante del escampavía Yáñez se produjo un acontecimiento que lo llevaría a la celebridad.
Para agosto de 1914 con la primera guerra mundial recién declarada, zarpó de Inglaterra en su tercera expedición a la Antártica, el intrépido explorador británico Ernest Shackleton, quien al llegar a la zona en 1915 debió enfrentar las heladas temperaturas que afectaban y que incluso terminaron con su embarcación atrapada en el hielo.
Tras varios intentos fallidos por buscar rescate, finalmente Shackleton llega a Punta Arenas con la esperanza de obtener en Chile la ayuda necesaria.
Requirió al almirante Joaquín Muñoz Hurtado, el director general de la Armada, quien pidió autorización al Gobierno que dispuso que el almirante Luis López, jefe del Apostadero de Magallanes, que le otorgara a Shackleton un buque.
Luis Pardo zarpó con el escampavía Yelcho el 25 de agosto de 1916, tomó el canal de Beagle, cruzó el Mar de Drake y el día 30 de agosto a eso de las 11 de la mañana comenzaron a llegar a la Isla Elefante en donde estaban refugiados los náufragos.
Finalmente regresaron tras un fuertísimo temporal y en Punta Arenas la recepción constituyó una fiesta popular.
Pardo rechazó una recompensa que le ofreció el gobierno británico al argumentar que solo estaba cumpliendo su trabajo.