El 17 de febrero del año 1600 en la Plaza Campo de Fiori fue quemado a manos de la Inquisición y por hereje, Giordano Bruno.
Se trata de un filósofo, poeta y astrónomo italiano que había nacido en Nola cerca de Nápoles y a los 15 años se radicó en esa ciudad cuando ingresó en un convento de la Orden de los Dominicos, pronto comenzó a destacar por sus desafíos a la autoridad.
En esos años la Iglesia perseguía duramente a los protestantes por lo que los actos provocativos de Bruno fueron denunciados a la Inquisición, sin embargo no tuvo consecuencias y pudo proseguir sus estudios.
Así a los 24 años fue ordenado como sacerdote y a los 28 obtuvo su licencia como lector de teología en un convento napolitano pero Bruno era curioso y pronto lo hizo por interesarse por los libros del humanista holandés Erasmo que estaban prohibidos por la iglesia.
También se interesó por la literatura científica de su época desde los Alquimistas hasta la astronomía de Copérnico. Las ideas de Bruno fueron demasiadas atrevidas para su tiempo e incluso decía que había un universo lleno de otros mundos donde seres semejantes a nosotros podían rendir culto a su propio dios.
En 1575 fue acusado de herejía ante el inquisidor de Nápoles y tuvo que huir. Los siguientes años pasó por diversas ciudades de Italia donde conoció a filosofadores y poetas que lo ayudaron a publicar sus libros.
El año 1581 Bruno recorrió diversos países de Europa y en Frankfurt, Giovanni Mocenigo lo instó a volver a Italia para que impartiera una catedra en Venecia y luego lo denunció a la Inquisición.
Para mayo de 1592 Giordano Bruno fue detenido y recluido en el Palacio Ducal de Venecia donde fue interrogado por los inquisidores por sus herejías.
Mocenigo encabezó el juicio y proporcionó este hombre una larguísima lista de herejías que había oído de Giordano Bruno.
Bruno finalmente fue puesto en manos de la Inquisición Romana y pasó 7 años en la cárcel, cuando compareció ante el Tribunal en 1599 se negó a retractarse a fines de ese año fue llamado nuevamente donde se mantuvo firme a su negativa de retractarse.
Ya el 4 de febrero de 1600 se leyó la sentencia y Bruno fue declarado hereje, se ordenó que sus libros fueran quemados y que a él se le castigará sin derramamiento de sangre, lo cual significa que tenía que ser quemado vivo.