Efemérides: El 6 de enero de 1884 el alemán Paul Gottlieb registró la licencia del disco de Nipkow

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El 6 de enero de 1884 Paul Gottlieb Nipkow registró en la Oficina Imperial de Partes de Alemania, la licencia número 30.105 por el disco de Nipkow, que captaba y reproducía imágenes de manera ordenada.

Este invento resultó ser una aportación decisiva al desarrollo de los primeros televisores y consistía en un disco mecánico de rotación que podía ser de cualquier material como plástico, metal o incluso de madera.

Tenía una seria de perforaciones circulares a igual distancia y del mismo diámetro. Estaban dispuestas en forma espiral desde el centro hasta el exterior con un disco de vinilo.

Al imprimirle un movimiento giratorio cada agujero recogía una señal de luz de una intensidad variable según fuera el desplazamiento frente al objeto que estaba analizando. Cuantas más perforaciones tuviera mayor numero de líneas y resolución contenía la imagen final.

El disco de Nipkow carecía de aplicaciones prácticas por lo que el inventor alemán tuvo que seguir ejerciendo su profesión de ingeniero de ferrocarriles. Aunque hay que señalar que fue su modelo por el cual se basaron los primeros sistemas de televisión.

De hecho sirviéndose de su invento, el escocés John Logie Baird consiguió transmitir las primeras imágenes en 1925. Para él la transmisión solo podría lograrse con dos discos de Nipkow sincronizados.

A fines de 1924 John comienza a ensayar con los discos elaborando un primitivo aparato y parecido a una dispositiva con una cruz de malta.

Un rayo de luz proyectaba una imagen de la cruz sobre el disco con los agujeros en forma espiral y detrás de este había una célula fotoeléctrica que transformaba las variaciones de luz en impulsos eléctricos.

Así con cada revolución se construía la imagen línea a línea. Los discos idénticos debían girar a la misma velocidad mediante señales eléctricas.

Este elemento se podría considerar como una televisión mecánica y tanto el receptor con el transmisor iban equipados con el disco de Nipkow.

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El 6 de enero de 1884 Paul Gottlieb Nipkow registró en la Oficina Imperial de Partes de Alemania, la licencia número 30.105 por el disco de Nipkow, que captaba y reproducía imágenes de manera ordenada.

Este invento resultó ser una aportación decisiva al desarrollo de los primeros televisores y consistía en un disco mecánico de rotación que podía ser de cualquier material como plástico, metal o incluso de madera.

Tenía una seria de perforaciones circulares a igual distancia y del mismo diámetro. Estaban dispuestas en forma espiral desde el centro hasta el exterior con un disco de vinilo.

Al imprimirle un movimiento giratorio cada agujero recogía una señal de luz de una intensidad variable según fuera el desplazamiento frente al objeto que estaba analizando. Cuantas más perforaciones tuviera mayor numero de líneas y resolución contenía la imagen final.

El disco de Nipkow carecía de aplicaciones prácticas por lo que el inventor alemán tuvo que seguir ejerciendo su profesión de ingeniero de ferrocarriles. Aunque hay que señalar que fue su modelo por el cual se basaron los primeros sistemas de televisión.

De hecho sirviéndose de su invento, el escocés John Logie Baird consiguió transmitir las primeras imágenes en 1925. Para él la transmisión solo podría lograrse con dos discos de Nipkow sincronizados.

A fines de 1924 John comienza a ensayar con los discos elaborando un primitivo aparato y parecido a una dispositiva con una cruz de malta.

Un rayo de luz proyectaba una imagen de la cruz sobre el disco con los agujeros en forma espiral y detrás de este había una célula fotoeléctrica que transformaba las variaciones de luz en impulsos eléctricos.

Así con cada revolución se construía la imagen línea a línea. Los discos idénticos debían girar a la misma velocidad mediante señales eléctricas.

Este elemento se podría considerar como una televisión mecánica y tanto el receptor con el transmisor iban equipados con el disco de Nipkow.