María Eugenia Lorenzini: "El Silencio de Irene" nació "de una experiencia personal"

Publicado por Francisca Grau Vargas
La información es de Ana Josefa Silva
EL SILENCIO DE IRENE
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Estuvo varias semanas entre los libros más vendidos. “El Silencio de Irene” (Ediorial Forja) es la cuarta novela de María Eugenia Lorenzini, a las que se suman antologías de cuentos y la coautoría de dos textos sobre ortografía y gramática.

En conversación con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra en el programa “Del Fin del Mundo”, de BioBioTV, María Eugenia reveló que “al comienzo pensé escribir sobre mi abuelo: él era italiano, fue un inmigrante. Pero después pensé que más impactante para mí, era la situación de muchos chilenos que se vieron obligados a dejar el país. Quiero recalcar que no es una novela política, sino que hay un trasfondo histórico, la circunstancia que rodea al protagonista”.

Efectivamente, en “El Silencio de Irene”, el devenir de Alejandro Pissano atraviesa gran parte de nuestra historia reciente. Se trata de un texto muy emotivo, con un personaje que está inactivo físicamente, pero que está lúcido y hace un trabajo de memoria y de conciencia viva.

“Esta idea del personaje inmovilizado y totalmente incomunicado nació de una experiencia personal. Tuve una familiar que estuvo dos años así y yo la iba a ver, le hablaba. ¡Me impactó tanto! Pensé que era lo peor que te podía pasar: estar vivo pero incomunicado; estar con el cuerpo como una mortaja”.

“Cuando empecé a escribir ‘El Silencio de Irene’ quería que el protagonista estuviera así, haciendo un puzzle con su memoria”.

“Me preocupé harto que tanto el protagonista como el lector no supieran por qué está así (postrado en el hospital); de hecho, a él nadie le da ninguna explicación y no puede preguntar. Pero sí hay algo muy importante para él, que es Irene, y se pregunta porqué no está”.

“No quise construir un héroe: este es un personaje al que la vida lo llevó por un camino”.

Reconoce que “me costó empezar pero luego fue fluyendo esto de intercambiar el momento presente, ese momento dramático, que se va combinando con los recuerdos que él tiene. Quería que fluyera y mantuviera interesado al lector”.

Más que investigar, dice “dejé aflorar recuerdos”. María Eugenia estudió Pedagogía en Castellano “en el Pedagógico. Pero no quería ser profesora. Mi papá, que era abogado, fue escritor y tuvo muy buenas críticas. Nos llevábamos maravillosamente bien. Fue quien más me motivó a escribir”.

Finalmente, contó que ya tiene otra novela lista para ser publicada.

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Estuvo varias semanas entre los libros más vendidos. “El Silencio de Irene” (Ediorial Forja) es la cuarta novela de María Eugenia Lorenzini, a las que se suman antologías de cuentos y la coautoría de dos textos sobre ortografía y gramática.

En conversación con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra en el programa “Del Fin del Mundo”, de BioBioTV, María Eugenia reveló que “al comienzo pensé escribir sobre mi abuelo: él era italiano, fue un inmigrante. Pero después pensé que más impactante para mí, era la situación de muchos chilenos que se vieron obligados a dejar el país. Quiero recalcar que no es una novela política, sino que hay un trasfondo histórico, la circunstancia que rodea al protagonista”.

Efectivamente, en “El Silencio de Irene”, el devenir de Alejandro Pissano atraviesa gran parte de nuestra historia reciente. Se trata de un texto muy emotivo, con un personaje que está inactivo físicamente, pero que está lúcido y hace un trabajo de memoria y de conciencia viva.

“Esta idea del personaje inmovilizado y totalmente incomunicado nació de una experiencia personal. Tuve una familiar que estuvo dos años así y yo la iba a ver, le hablaba. ¡Me impactó tanto! Pensé que era lo peor que te podía pasar: estar vivo pero incomunicado; estar con el cuerpo como una mortaja”.

“Cuando empecé a escribir ‘El Silencio de Irene’ quería que el protagonista estuviera así, haciendo un puzzle con su memoria”.

“Me preocupé harto que tanto el protagonista como el lector no supieran por qué está así (postrado en el hospital); de hecho, a él nadie le da ninguna explicación y no puede preguntar. Pero sí hay algo muy importante para él, que es Irene, y se pregunta porqué no está”.

“No quise construir un héroe: este es un personaje al que la vida lo llevó por un camino”.

Reconoce que “me costó empezar pero luego fue fluyendo esto de intercambiar el momento presente, ese momento dramático, que se va combinando con los recuerdos que él tiene. Quería que fluyera y mantuviera interesado al lector”.

Más que investigar, dice “dejé aflorar recuerdos”. María Eugenia estudió Pedagogía en Castellano “en el Pedagógico. Pero no quería ser profesora. Mi papá, que era abogado, fue escritor y tuvo muy buenas críticas. Nos llevábamos maravillosamente bien. Fue quien más me motivó a escribir”.

Finalmente, contó que ya tiene otra novela lista para ser publicada.