Este 2024 Roberto Ampuero reaparece en el panorama literario con la novela “Nunca Volveré a Berlín” (Penguin Ramdon House), que si bien es una ficción, podría considerársela parte de una trilogía junto con “Nuestros Años Verde Olivo” (1997) y “Detrás del Muro” (2014), aunque estas dos están más cerca de la memoria y la no ficción.
Para conversar sobre “Nunca Volveré a Berlín” Roberto Ampuero estuvo con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra en el programa “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio.
Según relató, trabajaba en una agencia de noticias en Bonn, cuando se produjo la Caída del Muro de Berlín y todos los relevantes hechos que se sucedieron tras ello, y le dijeron: “ ‘Tú eres la persona indicada para ir a reportear lo que está ocurriendo en Berlín: se están cayendo los países comunistas’. Tomo el avión Bonn-Berlín y me encuentro de pronto del otro lado de la historia, pudiendo cruzar el Muro libremente y me toca describir aquello que yo había vivido, pero en proceso de ruina, de fin de aquel ideal socialista comunista de Honecker, por rechazo del pueblo; eso me marcó siempre”.
En la novela imagina a Erich Honecker, junto a su mujer, Margot, en su exilio en Chile, en su cotidiano vivir en la casa de La Reina, que es donde pasaron sus últimos días. El relato es a tres voces: la del ex jerarca; la de Patricio Dupré, un chileno y ex refugiado en Alemania Oriental, quien se convierte en el traductor de Honecker; y Valentina Bode, un ex amor de Patricio, vinculada al PSUA (Partido Socialista Unificado de Alemania).
Durante el programa, Ampuero y los panelistas llamaron la atención sobre el hecho de que en esos años en que transcurre la novela, dos dictadores fuera del poder compartieron la misma ciudad, viviendo a unas cuantas cuadras de distancia: Honecker y Pinochet.
La obra de Ampuero ha sido traducida a quince idiomas. Actualmente vive entre Chile —fuera de Santiago— y EE.UU. Pero su azarosa vida lo ha llevado a distintas latitudes: tras cursar su enseñanza escolar en el Deutsche Schule de Valparaíso, donde vivía con sus padres, se trasladó a Santiago para estudiar en la U de Chile. Eso fue en 1972, época en la que ingresó a las Juventudes Comunistas, lo que al producirse el golpe de Estado, al año siguiente, lo condujo al exilio. Primero fue en la RDA y luego en Cuba. Desilusionado del “socialismo real” (en Cuba conoció a Heberto Padilla, censurado por el régimen castrista), renuncia al PC. Pero su recorrido no terminaría allí (posteriormente viviría en Suecia y México)
Al regresar a Chile en 1993 publica su primera novela en castellano: “¿Quién mató a Cristián Kusterman?”, con la que “nace” el detective Cayetano Brulé, protagonista de lo que sería una saga policial, y que obtuviera el Premio de la Revista de Libros de “El Mercurio”.
De allí en adelante su carrera literaria no se ha detenido.