Diego Armijo llega con "Ampliaciones" a desestructurar el lenguaje

Por Camila Arcos
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Viñamarino sub 30 (nació en 1994), pero del sector Glorias Navales, aclara, Diego Armijo estudió Contabilidad y también Pedagogía en Historia. Ha sido vendedor en ferias de libros y ya en 2020 recibió una mención honrosa por su novela “Ampliaciones”. Editada ahora por Kindberg, en ella el autor juega permanentemente con las estructuras.

“Las formas tradicionales me parecen fomes”, comenta en conversación con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra en “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio.

Por eso, “cada capítulo tiene su forma”, como la casita que está siendo casi permanentemente construida en la novela, con ampliaciones que también tienen que ver con la familia que se expande.

El relato —y su forma— tiene que ver con “la precariedad de la construcción y la precariedad del amor”.

Esto transcurre en Reñaca Alto: “Reñaca Alto significa población”, enfatiza.

En su búsqueda de formas, Alfonso Alcalde ha sido para él un autor relevante. También Germán Marín y Kazuo Ishiguro (del cual cita “Nunca me abandones”). A ellos suma Cynthia Rimsky y César Aira.

Y confiesa que mientras estaba en clases de Contabilidad leyó “Los Detectives Salvajes”, de Roberto Bolaño.

En su forma de trabajar, dice, primero “veo escenas” (el cine no le es nada ajeno), que es “como amoblar”.

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Viñamarino sub 30 (nació en 1994), pero del sector Glorias Navales, aclara, Diego Armijo estudió Contabilidad y también Pedagogía en Historia. Ha sido vendedor en ferias de libros y ya en 2020 recibió una mención honrosa por su novela “Ampliaciones”. Editada ahora por Kindberg, en ella el autor juega permanentemente con las estructuras.

“Las formas tradicionales me parecen fomes”, comenta en conversación con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra en “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio.

Por eso, “cada capítulo tiene su forma”, como la casita que está siendo casi permanentemente construida en la novela, con ampliaciones que también tienen que ver con la familia que se expande.

El relato —y su forma— tiene que ver con “la precariedad de la construcción y la precariedad del amor”.

Esto transcurre en Reñaca Alto: “Reñaca Alto significa población”, enfatiza.

En su búsqueda de formas, Alfonso Alcalde ha sido para él un autor relevante. También Germán Marín y Kazuo Ishiguro (del cual cita “Nunca me abandones”). A ellos suma Cynthia Rimsky y César Aira.

Y confiesa que mientras estaba en clases de Contabilidad leyó “Los Detectives Salvajes”, de Roberto Bolaño.

En su forma de trabajar, dice, primero “veo escenas” (el cine no le es nada ajeno), que es “como amoblar”.

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