Félix Vega devela los secretos de "Thor y la Mujer y Águila"

Por Camila Arcos
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Un exquisito y asombroso trabajo artístico es el que desplegó el reconocido dibujante y guionista Félix Vega en “Thor y la Mujer Águila”, una novela gráfica que más que eso es una “novela plástica”, como él mismo la describe.

Con ella cierra un trilogía que incluye sus obras “Juan Buscamares” y “Duam”.

Reconocido y publicado en Japón, Rusia, numerosos países de Europa y América, Félix estuvo en el programa “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio, conversando con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra.

El mestizaje, el choque de civilizaciones y religiones es lo que le interesó plasmar en esta historia intensa y colorida, en la que el lector vive una experiencia inmersiva.

Colores, diseños, elementos narrativos tanto del cine como de la literatura configuran este relato alucinante que le significó mucho tiempo y dedicación.

Hijo del recordado Oskar (Óscar Vega), primer dibujante de “Mampato”, desde muy pequeño Félix se familiarizó con el arte gráfico. Pero no fue solo gracias su padre —de quien recuerda vívidas anécdotas— que se acercó a ello; su madre pintaba y mucho de lo que hoy sabe se lo debe a ella.

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Un exquisito y asombroso trabajo artístico es el que desplegó el reconocido dibujante y guionista Félix Vega en “Thor y la Mujer Águila”, una novela gráfica que más que eso es una “novela plástica”, como él mismo la describe.

Con ella cierra un trilogía que incluye sus obras “Juan Buscamares” y “Duam”.

Reconocido y publicado en Japón, Rusia, numerosos países de Europa y América, Félix estuvo en el programa “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio, conversando con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra.

El mestizaje, el choque de civilizaciones y religiones es lo que le interesó plasmar en esta historia intensa y colorida, en la que el lector vive una experiencia inmersiva.

Colores, diseños, elementos narrativos tanto del cine como de la literatura configuran este relato alucinante que le significó mucho tiempo y dedicación.

Hijo del recordado Oskar (Óscar Vega), primer dibujante de “Mampato”, desde muy pequeño Félix se familiarizó con el arte gráfico. Pero no fue solo gracias su padre —de quien recuerda vívidas anécdotas— que se acercó a ello; su madre pintaba y mucho de lo que hoy sabe se lo debe a ella.

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