Ética y transparencia de BioBioChile
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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo. El primer aniversario de los mega incendios en Valparaíso y Viña del Mar resalta la falta de respuesta y capacidad del gobierno y del Estado ante situaciones de urgencia. La construcción de solo cincuenta viviendas un año después muestra un gobierno desinteresado que incumple sus compromisos, dejando a la población vulnerable ante futuras tragedias. La reconstrucción se ha llevado a cabo en gran medida por esfuerzo propio, sin apoyo estatal, lo que augura una eventual reconstrucción precaria. Mientras diversas entidades gubernamentales culpan al gobierno y se lavan las manos, la falta de sensibilidad y compromiso es evidente. Se destaca la necesidad de pasar de la retórica a la acción para evitar que esta situación se repita en caso de futuras emergencias.
Un tema que urge conversar es el primer aniversario de los mega incendios en Valparaíso y en Viña, donde el gobierno y el Estado también muestran una incapacidad de responder a determinadas urgencias.
Sentir que está bien haber construido una cincuentena de viviendas, después del impacto, miedo y problemas que causó, y considerarlo algo “normal” habla de un gobierno desaprensivo que no responde a sus compromisos.
Y, además, deja a las personas desvalidas preguntándose: ‘¿Qué nos podría ocurrir si enfrentamos una tragedia similar?’.
La mano no va a estar tendida. O se tendrá cinco años después. Esto porque ahora el gobierno está diciendo que la construcción de viviendas es un plan de cinco años y no de dos años.
Hay mucha reconstrucción que se ha hecho a pulso de la misma mano de los pobladores, sin la ayuda de nadie.
Ojo, ya que habrá mucha eventual reconstrucción precaria que se ha hecho sin respaldo del Estado.
Otra cosa que es increíble es que son varias las entidades gubernamentales que culpan al gobierno, lavándose las manos. Partiendo por la alcaldesa de Viña del Mar.
Lo que más asquea de esta situación es que, luego de tanta “sensiblería” frente a lo ocurrido, hoy no hay sensibilidad frente a lo que pasó.
Es como si todo esto hubiese sido una especie de escenografía, en la que se actuó bien, pero al pasar el tiempo todo se olvida. El resultado es que se ha actuado mal.
Hay que decir las cosas, pero hay que actuar en virtud de lo que se dice.
Es como si se les hubiera olvidado todo lo que dijeron en su momento cuando ocurrió toda esta catástrofe en febrero.
Si esto hubiera sido un terremoto con miles de personas afectadas, ¿en qué estaríamos?
Sabemos que las soluciones no son fáciles, pero hay una falta de intensidad y uno hasta diría que no sé si hay un verdadero compromiso.
Hay una falta de empatía.
Revisa todo el análisis de Causa y Efecto en el video de la nota.