Causa y Efecto: El aumento de criminalidad en Chile pone en crisis a Gendarmería y las cárceles

Diego Valdes, el autor de haber decapitado a su compañera de celda, fue trasladado a una cárcel de alta seguridad. Bueno, le pegaron. 

Esto da a entender que ni siquiera hasta en una cárcel de alta seguridad, Gendarmería tiene control puertas adentro. Ese es el dato.

Probablemente ese control nunca ha sido completo. Pero la diferencia es que los niveles de violencia han crecido y, por lo tanto, podemos entrar en una dinámica de homicidio al interior de los recintos penitenciarios, más allá de lo que puede hacer Gendarmería. 

El Estado de Chile se enfrenta a un fenómeno nuevo, con niveles de criminalidad altos y violentos. Por lo tanto, los delincuentes están dispuestos a cometer crímenes que antes,digamos, había una suerte de límite. 

El traspaso de estos límites incluye también la relación de esos criminales con el Estado, y particularmente a quienes están en primera línea, que son los gendarmes. 

Hay que cuidar a la gendarmería. Profesionalizar y subirla de estándares, entregarles recursos. 

Otro caso es que hoy, durante una audiencia de tribunal oral en Concepción, estaban telemáticamente —nuncasalieron de la cárcel— y un reo a otro lo apuñaló. Todo esto frente a los abogados y jueces. 

¿Hay posibilidad de hacer algo? Algunos dicen que debe ser un debate para la próxima elección presidencial.

Esta pregunta es muy simple, pero todos sabemos lo que está pasando en Gendarmería. Todos sabemos que deberían ser una institución similar a las policías. 
 
¿Algún partido político está dispuesto a que, para poder hacer una reingeniería en Gendarmería, partamos tomando esa definición?

Aumento de pensionados

Por otro lado, las pensiones. Llevamos años discutiendo, es un tema pendiente. Yo diría que es un tema explosivo en la medida en que crece el número de pensionados en el país. 

Se estuvo a punto de alcanzar un consenso, hubo una propuesta del gobierno anterior, esta hoy en día no se aprueba. 

O sea, las condiciones políticas cambian. Hay un endurecimiento de la derecha por un lado, hay una incapacidad de generar un piso mínimo. Y creo que sería patético que una vez más el tema de las pensiones quedara en el limbo. 

Ahí uno se pregunta: está bien, todos tendrán que ceder algo. Pero desde el punto de vista estratégico hay que despejar el camino. 

Sin embargo, no hay que olvidar que no existe un punto estratégico. Ya que lo público que pagamos todos es lo que debería resolver los problemas.

Revisa aquí el análisis de Nibaldo Mosciatti y Néstor Aburto, en Causa y Efecto.