Causa y Efecto: Operativo en Tirúa y persecución penal de organizaciones criminales en la zona

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En un arriesgado operativo policial realizado por la PDI en Tirúa, se buscaba capturar a individuos vinculados a la organización radical Weichán Auka Mapu (WAM), resultando en un fallecido y un oficial herido de bala, además de ocho detenidos durante allanamientos. Expertos y autoridades señalan un cambio significativo en la persecución penal en la zona, acordando la necesidad de enfrentar a grupos criminales con capacidad logística y financiera bien establecida. Aunque se ha tenido información sobre las actividades de estos grupos durante más de una década, la falta de acción ha llevado a un conflicto en aumento en la provincia del Bío Bío, ahora parte de la llamada "zona roja mapuche". Se destaca la dificultad del Estado para adaptarse a nuevos paradigmas mientras las organizaciones criminales pueden evolucionar y cambiar rápidamente.

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Este jueves, la PDI llevó a cabo un riesgoso operativo policial en Tirúa, en que se buscaba capturar a personas asociadas a la organización radical Weichán Auka Mapu (WAM).

Este procedimiento, en que también se realizaron allanamientos de propiedades, terminó con un muerto, un funcionario policial baleado y ocho detenidos.

Expertos y autoridades aseguran que ha habido un punto de inflexión en cuanto a la persecución penal en esta zona. Esto está relacionado a un consenso al que se ha llegado con respecto a la idea de que se lo que se debe hacer es enfrentar a organizaciones criminales. La porfía de los hechos ha llevado a que haya un diagnóstico compartido en todos los sectores.

Esto supone actualizar la calidad de pesquisas que hay que emprender. La realidad es que estos grupos cuentan con capacidad logística, financiamiento, tienen estructuras jerárquicas delimitadas, etc. Dado este escenario es que las labores de inteligencia son un aspecto fundamental.

Si bien en este sector existen delitos como robos de maderas, sustracción de vehículos y ataques incendiarios desde hace más de 10 años, en este período no se hizo nada, aunque el Ministerio Público contaba con información sobre las rutas y actividades de muchos de estos colectivos.

Hoy día hay un conflicto desatado, que sigue ampliándose. Por ejemplo, actualmente, la provincia del Bío Bío también forma parte de la denominada “zona roja mapuche”.

Ocurre que el Estado “es una especie de trasatlántico”, en cuanto no ostenta demasiada agilidad y presenta una gran dificultad para poder asumir nuevos paradigmas.

Por su parte, las organizaciones criminales pueden mutar rápidamente, desplazarse, cambiar sus liderazgos y renovarse.

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En un arriesgado operativo policial realizado por la PDI en Tirúa, se buscaba capturar a individuos vinculados a la organización radical Weichán Auka Mapu (WAM), resultando en un fallecido y un oficial herido de bala, además de ocho detenidos durante allanamientos. Expertos y autoridades señalan un cambio significativo en la persecución penal en la zona, acordando la necesidad de enfrentar a grupos criminales con capacidad logística y financiera bien establecida. Aunque se ha tenido información sobre las actividades de estos grupos durante más de una década, la falta de acción ha llevado a un conflicto en aumento en la provincia del Bío Bío, ahora parte de la llamada "zona roja mapuche". Se destaca la dificultad del Estado para adaptarse a nuevos paradigmas mientras las organizaciones criminales pueden evolucionar y cambiar rápidamente.

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Este jueves, la PDI llevó a cabo un riesgoso operativo policial en Tirúa, en que se buscaba capturar a personas asociadas a la organización radical Weichán Auka Mapu (WAM).

Este procedimiento, en que también se realizaron allanamientos de propiedades, terminó con un muerto, un funcionario policial baleado y ocho detenidos.

Expertos y autoridades aseguran que ha habido un punto de inflexión en cuanto a la persecución penal en esta zona. Esto está relacionado a un consenso al que se ha llegado con respecto a la idea de que se lo que se debe hacer es enfrentar a organizaciones criminales. La porfía de los hechos ha llevado a que haya un diagnóstico compartido en todos los sectores.

Esto supone actualizar la calidad de pesquisas que hay que emprender. La realidad es que estos grupos cuentan con capacidad logística, financiamiento, tienen estructuras jerárquicas delimitadas, etc. Dado este escenario es que las labores de inteligencia son un aspecto fundamental.

Si bien en este sector existen delitos como robos de maderas, sustracción de vehículos y ataques incendiarios desde hace más de 10 años, en este período no se hizo nada, aunque el Ministerio Público contaba con información sobre las rutas y actividades de muchos de estos colectivos.

Hoy día hay un conflicto desatado, que sigue ampliándose. Por ejemplo, actualmente, la provincia del Bío Bío también forma parte de la denominada “zona roja mapuche”.

Ocurre que el Estado “es una especie de trasatlántico”, en cuanto no ostenta demasiada agilidad y presenta una gran dificultad para poder asumir nuevos paradigmas.

Por su parte, las organizaciones criminales pueden mutar rápidamente, desplazarse, cambiar sus liderazgos y renovarse.