Un cuestionado proceso electoral y diversas acciones propias de una dictadura, afectan a nuestro país y a otros de la región en diversos aspectos.
Uno de los temas que marcó la pauta noticiosa al inicio de esta semana tiene que ver con los severos cuestionamientos, y dudas y acusaciones que surgieron a nivel internacional con respecto a los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela, que dieron como ganador a Nicolás Maduro.
Sin embargo, más allá de las aparentes irregularidades o fraude, hay un hecho que es concreto. Desde el régimen de este país, se han comenzado a tomar medidas que involucran a todos los países de la región.
En torno al proceso electoral, se llevó a cabo la expulsión de quienes se oponen, así como también, una serie de restricciones que podrían llevar a una nueva ola migratoria.
Dado este escenario es que toda América Latina tiene los ojos puestos en estas elecciones. Específicamente en Chile, esto se transforma en un asunto de alta preocupación, entendiendo que el control fronterizo es sumamente débil y pareciera que es muy fácil ingresar a territorio nacional.
Como lo hemos visto durante el último tiempo en nuestro país, no solo están entrando personas, sino que también drogas, armas, productos falsificados, entre otros.
No obstante, hay otros elementos que podrían afectarnos; tales como el quiebre diplomático y una comunicación nula con esta nación. Recordemos que Maduro ordenó retirar a sus funcionarios de la embajada en Chile, así como también, los del consulado venezolano en Providencia.
Esta acción, fue calificada por el propio ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren como una conducta propia de un “régimen dictatorial”.
La presión para Venezuela y también para el resto de la región va a seguir siendo muy intensa, debido a varios aspectos que no solo tienen que ver con los fenómenos migratorios, sino también con persecuciones políticas a los opositores, violencia, exilio, entre muchos otros.
Cabe recalcar que ante esta dramática situación, que está afectando a millones de personas, no está claro cuál va a ser la salida. La ONU no pareciera estar muy preocupada por contribuir a que esto encuentre alguna solución.