La escritora chilena María Luisa Bombal fue una de las más importantes en nuestro país, recibiendo premios como el Ricardo Latcham en 1974, el Premio academia chilena de la Lengua en 1976 y el premio Joaquín Edwards Bello en 1978. Sin embargo, a pesar de su popularidad, nunca le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura.
Nació en Viña del Mar el 8 de junio de 1910. Tras la muerte de su padre, ocho años después, se trasladó a vivir a Francia junto a su madre y hermanas, donde estudió literatura en la prestigiosa universidad de La Sorbonne. Terminó la carrera después de tres años y regresó a Chile, donde conoció a Eulogio Sánchez Errázuriz, uno de sus grandes amores.
Se separó de él en 1933 y se trasladó a vivir a Buenos Aires invitada por su amigo, el cónsul Pablo Neruda. Comenzó a escribir al otro lado de la frontera, donde publica “La Última Niebla” en 1935 y “La Amortajada” en 1938, probablemente su obra más importante.
Regresa a Chile en 1940, pero sólo por poco tiempo, ya que en cuatro años más se traslada a Estados Unidos, Donde conoció a Fal Saint Phalle, un noble empresario francés con el cual se casó y tuvo una hija.
En Norteamérica continuó desarrollando su carrera literaria, donde experimentó también con la creación de obras de teatro y trabajó en la Unesco. En 1946 publicó “La Historia de Griselda” y en 1969 su marido falleció, lo que la motivó a volver a Sudamérica, nuevamente a Buenos Aires, donde se mantuvo hasta el año 1973.
Se quedó en Chile, donde finalmente muere en soledad, agobiada por las penas y el alcohol, en 1980.
Es aclamada dentro del medio literario, siendo una de las primeras mujeres en incursionar en la literatura contemporánea latinoamericana, con sus personajes femeninos que revelaban su mundo interior a través del se abstraían de la realidad.