El 9 de septiembre de 1998 murió el cantante y compositor italiano Lucio Battisti.
Fue un verdadero mito de la canción peninsular, considerado entre los más grandes influyentes del rock, la balada y la música ligera de Italia.
Logró renovar en los años 70 la canción popular de su país, con nuevas influencias del rock y melodías étnicas, que destacaban por su originalidad poética.
Lucio nació el 5 de marzo de 1943 en Poggio Bustone, una localidad del centro de Italia. Fue muy discreto con su vida personal, su familia era de clase media y en 1950 se trasladaron a Roma.
Su primera gran experiencia musical fue en 1962 tras integrarse como guitarrista en un conjunto compuesto por jóvenes napolitanos. Dos años después debutó como solista en el Club 84 de Roma.
Decidido a dedicarse a la música, se trasladó a Milán, que en esa época era el centro musical de Italia. Empezó como autor de canciones para otros artistas y fue cuando conoció al letrista Giulio Rapetti, conocido como “Mogle”. Ambos formaron una dupla inolvidable.
En 1966, Battisti lanzó su primer sencillo Per una lira, compuesto en colaboración con Mogle. El año 69 participó como cantante en el festival de Sanremo, con la canción Un’avventura.
Los años de más éxito fueron los 70 y los 80, ya que sus canciones lideraban los rankings y además componía para otros cantantes de renombre.
A pesar de ser un artista, no le gustaban mucho los conciertos, la fama ni la exposición pública. Mantuvo contacto con su audiencia solo a través de sus discos.
A mediados de los años 70, abandonó toda presentación pública y dió solo un par de entrevistas. Se radicó en su casa del campo donde tenía un estudio de grabación.
Cada dos o tres años viajó a Londres a registrar sus discos y en busca de mejores estudios para un trabajo más experimental.
Su primer single autónomo fue La canzone del sole, y fue un éxito rotundo. En 1974 publicó Anima latina, considerada una de sus obras maestras.
Tras una larga y silenciosa enfermedad, Lucio Battisti falleció el 9 de septiembre de 1998 en el Hospital San Paolo de Milán. Nunca se revelaron las causas reales de su muerte.