Nació en Baviera, región de Alemania el 14 de julio de 1864. Inició sus estudios de medicina en Berlín el año 1883 graduándose cuatro años después.
Comenzó a trabajar como asistente del sanatorio mental para dementes de Frankfurt, en una época donde la dignidad de varios pacientes sufrientes de trastornos mentales se veía mermada ante el poco conocimiento de las patologías que padecían. Esto llevó a que Alois realizara diferentes investigaciones para poder clasificar y posteriormente tratar tales padecimientos, logrando avances que logran comprender enfermedades de mejor manera y con ello, realizar cuidados paliativos de contención.
En 1906 durante la Conferencia de Psiquiatría del Sudoeste Alemán, el psiquiatra presentó estudios sobre “una enfermedad específica de la corteza cerebral” demostrando por primera vez, una descripción clara de los síntomas de esta histórica pero inusual enfermedad.
Los síntomas fueron descritos como: pérdida de memoria, desorientación, alucinaciones y finalmente, la muerte. El sujeto de estudio fue una mujer llamada Augusta, que ingresó al hospital de Frankfurt cuando tenía 51 años.
Augusta presentaba claros signos de delirio, pérdida de memoria inmediata (famosa es la entrevista en la que Alois preguntaba por la comida que su paciente acababa de almorzar y ella no podía recordarlo) además de alteraciones de conducta. Alzheimer la consideró como su paciente 0, y ayudó a que categorizara esta enfermedad hacia el futuro.
Sin embargo el futuro de Augusta fue terrible: murió poco después por infecciones provocadas por las heridas causadas ante la falta de movilidad.
El Psiquiatra por su parte, murió a los 51 años por un infarto fulminante dejando tres hijos que continuaron con el legado del profesional durante la época de grandes guerras.