El 16 de febrero del año 2010 falleció un chileno notable, Rolando Toro, creador de la Biodanza.
Rolando Mario Toro Araneda había nacido en Concepción en el año 1924 en el seno de una familia de educadores. Su abuelo fue profesor en la ciudad de Cañete, su madre, siete de sus tías y dos de sus hermanas también fueron profesoras.
Después de estudiar 3 años de Medicina en la ciudad de Concepción, decidió formarse como profesor de enseñanza básica en la Escuela Normal José Abelardo Núñez.
Corría el año 1943, ya titulado, se desempeñaba como profesor normalista durante alrededor de 16 años en Valparaíso, Talcahuano, Santiago y también en un pueblo próximo a Los Andes.
Rolando era una persona curiosa, rupturista y muy innovadora. Como profesor realizó propuestas experimentales de educación artística, además de investigaciones sobre el dibujo realizada con niños enfermos mentales y con artistas.
El año 1954 realizó el “Primer Festival del Niño” en el patio de la Casa Central de la Universidad de Chile.
Debido a sus revolucionarias concepciones sobre educación, el Decano de la Universidad de Concepción, Rolando Merino, lo invitó a la Escuela de educación donde creó un laboratorio de psicología.
Después ingresó a segundo año de psicología en la Universidad de Chile donde se tituló. Por ese período conoció al Doctor Claudio Naranjo con quien estableció una profunda amistad.
Gracias a la intervención de Naranjo, Rolando Toro ingresó al Centro de Antropología Médica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, trabajando allí desde 1965 hasta 1973. En ese centro realizó diversos seminarios.
Pasó a formar parte de un equipo multidisciplinario que tenia como objetivo mejorar la calidad de vida de los enfermos mentales y humanizar sus relaciones con el personal médico y paramédico del Hospital Psiquiátrico. Y para eso ensayó distintos sistemas terapéuticos realizando sus primeros estudios de danza terapéutica.
Paralelamente realizó estudios sobre la violencia en la Penitenciaria de Santiago.
En 1966 la Universidad Católica le pidió que hiciera un curso de Expresividad y Creatividad en el Instituto de Estética, al que llamó Psicodanza.
Después fue nombrado Profesor de Psicología del arte y de la expresión en ese mismo instituto.
A partir de todos estos trabajos de investigación, Rolando Toro comenzó a interesarse en los estudios de la mente y los estados de conciencia a través del trabajo con LSD.
Fue amigo del creador del LSD que le entregó una cierta cantidad de dosis para investigación científica.
Las obras que emanaron de esos experimentos fueron mostradas en la mítica Galería de arte de Casaluna.
De esas actividades nacieron los que se conocieron como “Juegos de Psicodanza”, que marcaron los inicios de los años 70.
Consideraban varias disciplinas estas performances y se presentaron en diversos teatros de Santiago a pesar de la oposición de la Iglesia Católica.
“El contacto y la caricia” eran una de las propuestas principales como premisas y practicas sanadoras, las incorporó a sus ejercicios.
Después del Golpe de Estado en el año 1973, al año siguiente Toro dejó de Chile invitado a participar en un congreso de nuevas psicoterapias en Buenos Aires donde se quedó aplicando el ya llamado “Sistema de biodanza a pacientes de cáncer”.
En 1979 se trasladó a Brasil donde estableció un Instituto privado de Biodanza, logrando la expansión del sistema a toda América Latina, más tarde emigró a Milán, Italia donde sus discípulos la difundían como sistema estructurado. Desde esas enseñanzas cobró un carácter mundial.
En Chile dirigió todo el movimiento de Biodanza.
Murió a los 85 años de edad.