Paz de Don Tatán

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioTV
visitas

“La Tercera Revolución de la Chaucha ha convencido al país y al mundo que la cosa va en serio. El Presidente había caído presa de paranoia y declarado la guerra a su pueblo alzado. Al cabo de una semana y con un millón de ciudadanas y ciudadanos a puertas de La Moneda, entró en razón y declaró la paz, no sin antes dejar una estela de violencia y muertes. Sin embargo, tanto el mandatario como el sistema político todavía no atinan ni de lejos a comprender la naturaleza, magnitud y significado histórico del estallido, ni el camino para encauzarlo. Ya se ha modificado radicalmente la correlación de fuerzas entre la élite y el pueblo, que a cada tanto restablece un sano equilibrio mediante estallidos como éste. Los de arriba deben reconocerlo y asumirlo, respetar a su pueblo y atender las demandas de sus organizaciones. Éstas se han consolidado con rapidez asombrosa, con Unidad Social en la cúpula y Cabildos en la base. Son el único interlocutor válido. Nadie más puede hacerlo. Es con ellos que el gobierno y el sistema político en su conjunto tendrán que sentarse a negociar y acoger su sensato Petitorio. El país y los negocios no aguantan paralizados mucho más tiempo, en cambio la movilización del pueblo se puede prolongar por meses y aún años, como sabemos. Si el sistema político no hace lo que tiene que hacer, se extenderá la consigna “Que se vayan todos”. ”

Revisa la columna de opinión del vicepresidente de CENDA, Manuel Riesco, en Bío Bío TV.

    visitas

“La Tercera Revolución de la Chaucha ha convencido al país y al mundo que la cosa va en serio. El Presidente había caído presa de paranoia y declarado la guerra a su pueblo alzado. Al cabo de una semana y con un millón de ciudadanas y ciudadanos a puertas de La Moneda, entró en razón y declaró la paz, no sin antes dejar una estela de violencia y muertes. Sin embargo, tanto el mandatario como el sistema político todavía no atinan ni de lejos a comprender la naturaleza, magnitud y significado histórico del estallido, ni el camino para encauzarlo. Ya se ha modificado radicalmente la correlación de fuerzas entre la élite y el pueblo, que a cada tanto restablece un sano equilibrio mediante estallidos como éste. Los de arriba deben reconocerlo y asumirlo, respetar a su pueblo y atender las demandas de sus organizaciones. Éstas se han consolidado con rapidez asombrosa, con Unidad Social en la cúpula y Cabildos en la base. Son el único interlocutor válido. Nadie más puede hacerlo. Es con ellos que el gobierno y el sistema político en su conjunto tendrán que sentarse a negociar y acoger su sensato Petitorio. El país y los negocios no aguantan paralizados mucho más tiempo, en cambio la movilización del pueblo se puede prolongar por meses y aún años, como sabemos. Si el sistema político no hace lo que tiene que hacer, se extenderá la consigna “Que se vayan todos”. ”

Revisa la columna de opinión del vicepresidente de CENDA, Manuel Riesco, en Bío Bío TV.