Este 1° de enero, como cada año nuevo, se cumple un aniversario más del triunfo de la Revolución Cubana, cuyas consecuencias se extienden hasta hoy en la isla y que en su momento tuvieron gran relevancia en América Latina. Como sabemos, también influyó en la posición de los Estados Unidos hacia el continente y tuvo un lugar preponderante en el contexto de la Guerra Fría mundial en su dimensión específicamente latinoamericana.
Una semana después, Fidel Castro pronunció un importante discurso, a su llegada a La Habana, en el cual señaló: “Nosotros jamás necesitaremos de la fuerza, porque tenemos el pueblo, y además porque el día que el pueblo nos ponga mala cara, nada más nos ponga mala cara, nos vamos”. La historia, como sabemos, marcharía por un camino diferente, y el gobierno de la revolución –que contó con un gran respaldo en Cuba y fuera de la isla– se convirtió con el paso de los años en la dictadura más larga de fines del siglo XX y comienzos del siglo XXI.
Hoy es más difícil comprender lo que fue el impacto continental del triunfo de los barbudos, de Fidel, el Che, Camilo Cienfuegos y otros tantos guerrilleros que parecían anunciar el futuro de lo que el poeta chileno Pablo Neruda llamó “el hemisferio oscuro que esperaba, por fin una victoria verdadera”. Hoy tenemos una situación radicalmente diferente: la promesa comunista de 1959 se transformó en una realidad evaluable por su acción y resultados en las décadas siguientes; finalmente el proyecto fue derrotado a nivel mundial –como mostró simbólicamente la caída del Muro de Berlín–; por último, la democracia y la economía libre pasaron a ser hegemónicos a fines del siglo XX. Adicionalmente, los jóvenes rebeldes y barbudos que lucharon en Sierra Maestra se fueron convirtiendo en burócratas de la revolución. No obstante, esta nueva centuria ha visto resurgir algunos aires revolucionarios, en forma de Socialismo del siglo XXI, así como han renacido las protestas contra el neoliberalismo, como lo llama la izquierda, definido como un enemigo general, como lo fuera en su momento el capitalismo y el imperialismo.