Churchill en la Segunda Guerra Mundial

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Winston Churchill nació el 30 de noviembre de 1874, de manera que este 2024 se conmemora el aniversario 150 de su natalicio. Buen momento para recordar al líder británico, cuya vida está narrada de forma magistral por Andrew Roberts, Churchill. La biografía (Barcelona, Crítica, 2019).
Estamos frente a una figura crucial en el siglo XX, cuya fama se extendió mucho más allá del Reino Unido. Por cierto, se trata de una trayectoria larga, con sus luces y con sus sombras. Sin embargo, no cabe duda que un momento estelar de su trayectoria política tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial, que sacudió a Europa y al mundo entre 1939 y 1945. Una vez que las fuerzas de Hitler invadieron Polonia, el 1 de septiembre de ese año, Churchill habló en la Cámara de los Comunes apenas dos días después: “No debemos subestimar la gravedad de la misión que nos espera ni la temeridad que requiere tan dura prueba, a cuya altura estaremos” (Discursos, p. 232). Todavía no llegaba a la liderar los destinos de Inglaterra.

Al comenzar el conflicto Churchill ya era una figura política destacada, pero fue en mayo de 1940 cuando pasó a ser un personaje decisivo, al ser elegido como Primer Ministro. En esa oportunidad pronunció un discurso de esos que se harían famosos durante el conflicto, cuando repitió a la Cámara lo que ya había dicho a quienes se incorporaron a su administración: “No tengo nada que ofrecer, excepto sangre, sudor, lágrimas y fatiga”.

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Winston Churchill nació el 30 de noviembre de 1874, de manera que este 2024 se conmemora el aniversario 150 de su natalicio. Buen momento para recordar al líder británico, cuya vida está narrada de forma magistral por Andrew Roberts, Churchill. La biografía (Barcelona, Crítica, 2019).
Estamos frente a una figura crucial en el siglo XX, cuya fama se extendió mucho más allá del Reino Unido. Por cierto, se trata de una trayectoria larga, con sus luces y con sus sombras. Sin embargo, no cabe duda que un momento estelar de su trayectoria política tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial, que sacudió a Europa y al mundo entre 1939 y 1945. Una vez que las fuerzas de Hitler invadieron Polonia, el 1 de septiembre de ese año, Churchill habló en la Cámara de los Comunes apenas dos días después: “No debemos subestimar la gravedad de la misión que nos espera ni la temeridad que requiere tan dura prueba, a cuya altura estaremos” (Discursos, p. 232). Todavía no llegaba a la liderar los destinos de Inglaterra.

Al comenzar el conflicto Churchill ya era una figura política destacada, pero fue en mayo de 1940 cuando pasó a ser un personaje decisivo, al ser elegido como Primer Ministro. En esa oportunidad pronunció un discurso de esos que se harían famosos durante el conflicto, cuando repitió a la Cámara lo que ya había dicho a quienes se incorporaron a su administración: “No tengo nada que ofrecer, excepto sangre, sudor, lágrimas y fatiga”.