El último encuentro. Un drama histórico y literario

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Al finalizar el primer volumen de sus memorias, titulado Confesiones de un burgués (Salamandra, 2004), el escritor húngaro Sandor Márai (1900-1989) hace una reflexión preocupante: “Una luminosidad malévola brillaba en los paisajes de la vida”. La misma idea dolorosa cerró después la segunda parte de su autobiografía, ahora titulada ¡Tierra, tierra! (Salamandra, 2006), que culmina hacia 1948 con la llegada del régimen comunista al poder en Hungría y el viaje duro aunque exitoso del escritor hacia la libertad, hacia un mundo “donde nadie nos esperaba… Comprendí que era libre. Empecé a sentir miedo”.
Márai, proscrito en su país durante el comunismo, sólo volvió a la luz pública con la caída del Muro de Berlín y de los socialismos reales en 1989. Ese mismo año el escritor húngaro se quitó la vida, después de un tiempo en que la enfermedad, la muerte y la soledad se transformaron en temas centrales de sus reflexiones publicadas bajo el título de Diarios 1984-1989 (Salamandra, 2008). El gran escritor, paradójicamente, no alcanzó a disfrutar el éxito y reconocimiento de sus obras, entre las que destaca El último encuentro (Salamandra, 1999).

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Al finalizar el primer volumen de sus memorias, titulado Confesiones de un burgués (Salamandra, 2004), el escritor húngaro Sandor Márai (1900-1989) hace una reflexión preocupante: “Una luminosidad malévola brillaba en los paisajes de la vida”. La misma idea dolorosa cerró después la segunda parte de su autobiografía, ahora titulada ¡Tierra, tierra! (Salamandra, 2006), que culmina hacia 1948 con la llegada del régimen comunista al poder en Hungría y el viaje duro aunque exitoso del escritor hacia la libertad, hacia un mundo “donde nadie nos esperaba… Comprendí que era libre. Empecé a sentir miedo”.
Márai, proscrito en su país durante el comunismo, sólo volvió a la luz pública con la caída del Muro de Berlín y de los socialismos reales en 1989. Ese mismo año el escritor húngaro se quitó la vida, después de un tiempo en que la enfermedad, la muerte y la soledad se transformaron en temas centrales de sus reflexiones publicadas bajo el título de Diarios 1984-1989 (Salamandra, 2008). El gran escritor, paradójicamente, no alcanzó a disfrutar el éxito y reconocimiento de sus obras, entre las que destaca El último encuentro (Salamandra, 1999).