El odio a la Madre Patria

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioTV
08 de septiembre | 12:00
1.241 visitas

VER RESUMEN

El siglo XIX fue el de la Independencia de las naciones herederas de la monarquía hispánica, que comenzó en las dos primeras décadas de esa centuria y se extendió hasta 1898, cuando se produjo la tardía emancipación de Cuba.

El proceso tuvo múltiples dimensiones, comenzando por las más obvias: el fin del Imperio castellano en América y la formación de nuevas naciones independientes; la organización –muchas veces fallida– de sistemas republicanos; la determinación de símbolos nacionales (bandera, escudo, himnos); la organización de un sistema educacional; la creación de instituciones y la irrupción de la prensa libre. Asimismo, los países procuraron tener continuidad institucional y una relativa participación política. En definitiva, con la Independencia Chile había llegado a la mayoría de edad y podía pensar por sí mismo en su futuro.

El odio, el antiespañolismo, e incluso el deseo de “matar a la madre patria” están tratados de manera inteligente y persuasiva en el libro del filósofo Miguel Saralegui, que se titula precisamente Matar a la madre patria. Historia de una pasión latinoamericana (Madrid, Tecnos, 2021). Ahí aborda el tema de la formación de las naciones desde la perspectiva del antiespañolismo, destacando la existencia de cuatro homicidios contra España.

    1.241 visitas

VER RESUMEN

El siglo XIX fue el de la Independencia de las naciones herederas de la monarquía hispánica, que comenzó en las dos primeras décadas de esa centuria y se extendió hasta 1898, cuando se produjo la tardía emancipación de Cuba.

El proceso tuvo múltiples dimensiones, comenzando por las más obvias: el fin del Imperio castellano en América y la formación de nuevas naciones independientes; la organización –muchas veces fallida– de sistemas republicanos; la determinación de símbolos nacionales (bandera, escudo, himnos); la organización de un sistema educacional; la creación de instituciones y la irrupción de la prensa libre. Asimismo, los países procuraron tener continuidad institucional y una relativa participación política. En definitiva, con la Independencia Chile había llegado a la mayoría de edad y podía pensar por sí mismo en su futuro.

El odio, el antiespañolismo, e incluso el deseo de “matar a la madre patria” están tratados de manera inteligente y persuasiva en el libro del filósofo Miguel Saralegui, que se titula precisamente Matar a la madre patria. Historia de una pasión latinoamericana (Madrid, Tecnos, 2021). Ahí aborda el tema de la formación de las naciones desde la perspectiva del antiespañolismo, destacando la existencia de cuatro homicidios contra España.