¿Financiar con la vida un fraude?

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioTV
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Habitualmente se afirma por parte de la izquierda que más recursos fiscales mejorarían el funcionamiento del estado y consecuencialmente la calidad de vida de los chilenos.

Por esta razón, y más allá de la discusión sobre cuál sea la vía idónea para aumentar los ingresos fiscales, la fórmula mágica o la receta que usualmente nos proponen es simple y a primera vista bastante lógica: si el problema de Chile es la insuficiencia de los recursos fiscales, entonces bastaría con aumentar los ingresos del estado para que Chile resolviera sus problemas.

Sin embargo, en diversas áreas el estado cuenta con una cantidad histórica de recursos, pero los resultados o números nos hablan más bien de avances muy mezquinos o de retrocesos. Te invito a que revisemos algunos casos en la siguiente video columna.

Muchos no estamos dispuestos a financiar con nuestro tiempo y vida el fraude de un estado fracasado como el que tenemos a costa de sueños, progreso y expectativas.

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Habitualmente se afirma por parte de la izquierda que más recursos fiscales mejorarían el funcionamiento del estado y consecuencialmente la calidad de vida de los chilenos.

Por esta razón, y más allá de la discusión sobre cuál sea la vía idónea para aumentar los ingresos fiscales, la fórmula mágica o la receta que usualmente nos proponen es simple y a primera vista bastante lógica: si el problema de Chile es la insuficiencia de los recursos fiscales, entonces bastaría con aumentar los ingresos del estado para que Chile resolviera sus problemas.

Sin embargo, en diversas áreas el estado cuenta con una cantidad histórica de recursos, pero los resultados o números nos hablan más bien de avances muy mezquinos o de retrocesos. Te invito a que revisemos algunos casos en la siguiente video columna.

Muchos no estamos dispuestos a financiar con nuestro tiempo y vida el fraude de un estado fracasado como el que tenemos a costa de sueños, progreso y expectativas.