Boric y la dictadura de Maduro

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Por Paz Charpentier
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Sabíamos que el tiempo jugaría a favor del dictador socialista Nicolás Maduro. Es inevitable que tanto la preocupación internacional como la frecuencia e intensidad de la protesta social disminuyera con los días. Por tanto, aunque para algunos el presidente Boric actuó acertadamente con un cierto arrojo inicial, al poco andar retomó el camino que muchos esperábamos: la tibieza, mientras resulta evidente que el cambio de las circunstancias las últimas semanas exigen acciones políticas más arriesgadas para contribuir a la caída defitiniva de Nicolás Maduro. El presidente Boric tiene que tomar una decisión. O se suma a la dictadura de Maduro por acción u omisión en plena coincidencia con su aliado de gobierno, el Partido Comunista, o persevera en la línea inicial que timidamente advertía un rechazo a los métodos antidemocráticos del dictador venezolano.

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Sabíamos que el tiempo jugaría a favor del dictador socialista Nicolás Maduro. Es inevitable que tanto la preocupación internacional como la frecuencia e intensidad de la protesta social disminuyera con los días. Por tanto, aunque para algunos el presidente Boric actuó acertadamente con un cierto arrojo inicial, al poco andar retomó el camino que muchos esperábamos: la tibieza, mientras resulta evidente que el cambio de las circunstancias las últimas semanas exigen acciones políticas más arriesgadas para contribuir a la caída defitiniva de Nicolás Maduro. El presidente Boric tiene que tomar una decisión. O se suma a la dictadura de Maduro por acción u omisión en plena coincidencia con su aliado de gobierno, el Partido Comunista, o persevera en la línea inicial que timidamente advertía un rechazo a los métodos antidemocráticos del dictador venezolano.

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