El anarquismo en marcha

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El siglo XIX fue prolífico en ideas políticas y en nuevas formas de organización del Estado, con cambios que se reflejaron en el mundo entero. De esta manera, hubo países que se independizaron, algunas monarquías pasaron a la historia, se vivieron procesos de formación de naciones y fracasaron diversos proyectos. Asimismo, fue el siglo de la irrupción del marxismo y el nacionalismo, de consolidación del liberalismo y la doctrina social de la Iglesia Católica, así como emergieron ideas originales y desafiantes para el las distintas sociedades. Una de ellas fue el anarquismo, que vivió una época de crecimiento y maduración a fines del siglo XIX y comienzos del XX.

Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865) fue el primero en usar el concepto anarquía, aunque este no lograra consolidarse. Después vinieron otros pensadores relevantes que contribuyeron a consolidar un pensamiento más robusto y que lograba abarcar diversos aspectos de la vida nacional e internacional. Entre ellos podemos destacar a Mijail Bakunin (1814-1876), destacado intelectual y autor de numerosas obras, como Dios y el Estado, El Estado y la anarquía y El catecismo revolucionario. Otro gran ideólogo fue el ruso Piotr Kropotkin (1842-1921), un hombre de origen aristocrático, autor de obras como La conquista del pan (1892), Campos, fábricas y talleres (1889), La ayuda mutua (1902), La moral anarquista (1891) y Ética (1922). Particularmente interesante resulta su autobiografía, titulada Memorias de un revolucionario (Barcelona, Crítica, 2009).

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El siglo XIX fue prolífico en ideas políticas y en nuevas formas de organización del Estado, con cambios que se reflejaron en el mundo entero. De esta manera, hubo países que se independizaron, algunas monarquías pasaron a la historia, se vivieron procesos de formación de naciones y fracasaron diversos proyectos. Asimismo, fue el siglo de la irrupción del marxismo y el nacionalismo, de consolidación del liberalismo y la doctrina social de la Iglesia Católica, así como emergieron ideas originales y desafiantes para el las distintas sociedades. Una de ellas fue el anarquismo, que vivió una época de crecimiento y maduración a fines del siglo XIX y comienzos del XX.

Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865) fue el primero en usar el concepto anarquía, aunque este no lograra consolidarse. Después vinieron otros pensadores relevantes que contribuyeron a consolidar un pensamiento más robusto y que lograba abarcar diversos aspectos de la vida nacional e internacional. Entre ellos podemos destacar a Mijail Bakunin (1814-1876), destacado intelectual y autor de numerosas obras, como Dios y el Estado, El Estado y la anarquía y El catecismo revolucionario. Otro gran ideólogo fue el ruso Piotr Kropotkin (1842-1921), un hombre de origen aristocrático, autor de obras como La conquista del pan (1892), Campos, fábricas y talleres (1889), La ayuda mutua (1902), La moral anarquista (1891) y Ética (1922). Particularmente interesante resulta su autobiografía, titulada Memorias de un revolucionario (Barcelona, Crítica, 2009).