Olla a presión: Descontento social y seguridad integral

Ronald Von Der Weth

Abogado especialista en temas de seguridad pública.

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioTV
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En esta columna se aborda la problemática de la seguridad desde una perspectiva integral, no solo enfocada desde la gestión de las policías, sino de toda la matriz de riesgos abordando los problemas desde seguridad, emergencias hasta ciberseguridad.

La construcción de un sistema de seguridad integral requiere de un Estado organizado para articular, coordinar e integrar sus recursos y capacidades para otorgar protección a la población. Preparar para, proteger de y recuperar o mitigar efectos de catástrofes provocadas por la naturaleza y amenazas o actos deliberados de personas u organizaciones que afecten la vida, la seguridad y el normal funcionamiento del país.

Los diagnósticos están hechos, y ya no se puede seguir con las mismas formulas de los últimos 16 años de los presidentes Piñera y Bachelet que derechamente fracasaron en materia de seguridad.

Las actuales condiciones del país no son favorables, existe una clase media endeudada con una fuerte carga social de la pandemia, una clase política desconectada de la realidad, inmigración irregular desatada y una insurgencia estudiantil naciente. Todo esto se está acumulando junto a otros factores dentro de una olla a presión que, si no somos capaces de asumir y enfrentar como nación, nos explotará nuevamente en la cara, sin embargo, está vez no se podrá decir: ¨no lo vimos venir¨.

Chile está agonizando con la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado, si no somos capaces de integrar e interoperar todos los sistemas ahora, mañana será muy tarde.

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En esta columna se aborda la problemática de la seguridad desde una perspectiva integral, no solo enfocada desde la gestión de las policías, sino de toda la matriz de riesgos abordando los problemas desde seguridad, emergencias hasta ciberseguridad.

La construcción de un sistema de seguridad integral requiere de un Estado organizado para articular, coordinar e integrar sus recursos y capacidades para otorgar protección a la población. Preparar para, proteger de y recuperar o mitigar efectos de catástrofes provocadas por la naturaleza y amenazas o actos deliberados de personas u organizaciones que afecten la vida, la seguridad y el normal funcionamiento del país.

Los diagnósticos están hechos, y ya no se puede seguir con las mismas formulas de los últimos 16 años de los presidentes Piñera y Bachelet que derechamente fracasaron en materia de seguridad.

Las actuales condiciones del país no son favorables, existe una clase media endeudada con una fuerte carga social de la pandemia, una clase política desconectada de la realidad, inmigración irregular desatada y una insurgencia estudiantil naciente. Todo esto se está acumulando junto a otros factores dentro de una olla a presión que, si no somos capaces de asumir y enfrentar como nación, nos explotará nuevamente en la cara, sin embargo, está vez no se podrá decir: ¨no lo vimos venir¨.

Chile está agonizando con la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado, si no somos capaces de integrar e interoperar todos los sistemas ahora, mañana será muy tarde.