Ana María Stuven: "La discriminación de género también afecta a mujeres reclusas"

Directora de la Corporación Abriendo Puertas conversa, a propósito de la exposición ACAAB (All Contemporany Artist Are Political) en Franklin Cofactory (Franklin 741, Santiago), sobre la cultura y los cambios de las reclusas del Centro Penitenciario Femenino San Joaquín, donde desarrollan su labor.

En ACAAB, la obra de la española Nuria Güell “Toda obra de arte es un delito no cometido”, dos exreclusas están encargadas de custodiar las obras de arte y de recibir a los visitantes.

A partir de esa experiencia de inclusión, Ana María Stuven -doctorada en Historia- habla de marginalidades y marginaciones, de discriminación sociales y de género, la culpa de no estar con los hijos y de abandonos.

“La cultura carcelaria femenina es menos morbosa de lo que la gente cree. La mayoría son madres, con un promedio de tres hijos. La principal identidad de ellas es ser madres en un mundo de mucho dolor y culpa”, sostiene.

“Cuando una mujer cae presa, su pareja busca otro destino. Cuando un hombre cae preso, la mujer acampa afuera de la cárcel”.

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