Francisco “Pancho” Casas (Santiago, 1959) conversa desde Lima sobre arte, creación, de Rosa Puñales, de sus razones para irse a vivir a México, de su famosa obra sobre Las dos Fridas y de Pedro Lemebel.
“Cuando hacíamos las performances no sabíamos lo que estábamos haciendo, no conocíamos la palabra (performance)”, afirma Francisco Casas Silva (Santiago, 1959), postulado al Premio Nacion al de Artes Plásticas 2021.
“Hay una especie de despolitización, de no verse ciertas realidades de Latinoamérica. Para mí el arte es político”, dice. “El arte es un testimonio de vida. Si no es capaz de reflejar el lugar, la etnia, la sexualidad, el color de la piel, no estamos hablando de nada”.
“El arte ha sido incorporado por el mercado de forma escandalosa, pero también lo ha sido a los discursos politicos” afirma, “el artista tiene que ser un testigo que no se deja engañar”.
Pancho Casas cuenta que conoció a Pedro Lemebel en la Sech (Sociedad de Escritores de Chile). Éste se acercó para venderle unos afiches del Che Guevara. “Y yo me quedo mirando y le digo: ¿No tendrás uno de Ricky Martin? Me miró con odio. Después nos volvimos a encontrar y descubrimos que teníamos muchas cosas en común. Pero era tan feo…”
“La figura de Pedro y la mía son inseparables desde Las Yeguas del Apocalipsis, y eso ayuda. Lo que no ayuda es cierto compromiso político, con lo que yo nunca estuve de acuerdo. Y te lo está diciendo un tipo de izquierda, que he sido luchador por los Derechos Humanos toda mi vida.”
“¿Qué me falta hacer? Una película de Gabriela Mistral lesbiana. Querer seguir escribiendo. Tal vez vivir un tiempo en el pueblo de Putaendo, en Riconada de Silva, de donde eran mis papás, mis abuelos. Me gustaría volver un tiempito para encontrarme con estos huesos, con estas historias. Con este campo chileno antiguo y escribir”.