El ecólogo de la Universidad Austral de Chile, Rodrigo Cárdenas, señaló que la marea roja podría haber aumentado con los desechos y la alimentación de los salmones en proceso de crecimiento, aparte de los efectos del niño y el aumento de la radiación solar.
Aún así el ecólogo fue enfático en decir que la muerte de diversas especies no es producto de la marea roja, sino que de un envenenamiento de las aguas producido por el vertimiento de salmones.
Respecto de este vertimiento y de la autorización dada por el gobierno para realizarlo, Matiás Asún, Director Nacional de Greenpeace, dijo que jamás debió autorizarse este actuar y que es cuestionable que el día 3 de marzo se haya formado un comité científico en Sernapesca, siendo que al día siguiente, 4 de marzo, se autorizó el vertimiento sin tener un plazo previo en el cual se haya hecho una investigación más profunda.
Greenpeace ha pedido todos los antecedentes del actuar de la autoridad por medio de una solicitud a Transparencia.