En la ficción, el suricato Timón (miembro de la familia de las mangostas) y el jabalí verrugoso Pumba eran íntimos amigos y confiaban el uno en el otro. Pero la realidad no dista mucho de las fábulas de Disney.
Los turistas que visitan el Parque Nacional de Queen Elizabeth en Uganda han observado cómo jabalíes y mangostas rayadas interactúan y sacan beneficios mutuos de esta relación. Estos animales han protagonizado incluso un capítulo de la serie de la BBC llamada “Banda de hermanos”.
Según describe un artículo publicado en Suiform Soundings –una revista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza especializada en cerdos–, los jabalíes verrugosos (Phacochoerus aethiopicus) han aprendido a deshacerse de garrapatas y otros parásitos recurriendo a los servicios de acicalamiento de sus solícitos vecinos: un grupo de mangostas rayadas (Mungos mungo) en busca de tentempiés.
Los jabalíes de la península de Mweya en el parque africano se tumban en presencia de estos pequeños mamíferos carnívoros, y estos forman una especie de equipo de limpieza para examinar los parásitos de los cerdos. Llegan incluso a subirse sobre ellos para tener acceso a más garrapatas.
“Este tipo de colaboración entre diferentes especies de mamíferos es raro, y esta particular interacción demuestra una gran confianza entre los animales”, dice Andy Plumptre, autor del comentario, y director del programa del rift albertino (una falla en África oriental) de la Wildlife Conservation Society.
Una relación única entre mamíferos
Para el experto, “este es uno de los pocos casos en los que un mamífero acicala a otra especie de mamífero”, aunque recuerda que este comportamiento ocurre de manera ocasional entre diferentes especies de primates. Pero, “no se ha hecho ningún análisis de esta conducta”, confiesa Plumptre, curioso de saber si otras interacciones entre mamíferos suceden en la vida salvaje.
Los encuentros entre mangostas y jabalíes verrugosos son ejemplos únicos de mamíferos exhibiendo una relación simbiótica llamada mutualismo, en la que dos especies de animales colaboran para que ambos grupos saquen provecho. Los jabalíes ganan una limpieza y las mangostas un almuerzo.
Pero en la naturaleza existen otros ejemplos de mutualismo como el de los rinocerontes, cebras y otros animales que reciben la visita de aves llamadas picabueyes (Buphagidae) que se alimentan de garrapatas, tábanos, larvas y otros parásitos que se alojan en la piel del mamífero.