El mal de Parkinson se caracteriza por síntomas como el temblor, la rigidez y la disminución o pérdida del movimiento. No obstante, también puede manifestarse con trastornos del sueño, cognitivos y a veces cambios conductuales y psiquiátricos.

La neuróloga de Clínica Vespucio, Evelyn Benavides, se refiere a las señales tempranas que caracterizan a esta enfermedad neurodegenerativa y explica cuáles son los últimos tratamientos disponibles para evitar su avance.

Según cifras del Ministerio de Salud, 40 mil chilenos sufren de Parkinson, un padecimiento cuyos síntomas principales son el temblor y la lentitud al realizar movimientos.

“En etapas iniciales, pueden aparecer alteraciones en el olfato y trastornos del sueño relacionados a la fase REM, la cual comienza aproximadamente 90 minutos después que nos dormimos y se caracteriza por el movimiento acelerado de los ojos”, explica la especialista.

Esta patología se origina cuando las neuronas no producen una cantidad suficiente de dopamina, neurotransmisor presente en diversas áreas del cerebro y que es especialmente importante para la función motora del organismo.

Según precisa la especialista, “cuando ya disminuyen en un 90% las neuronas responsables de generar este químico, aparecen los síntomas más característicos de la enfermedad”.

Es por esto que debemos considerar que no todo temblor es Parkinson.

“Existen otros síntomas que no son evidentes y que muchas veces pasan inadvertidos, como los trastornos del sueño, cognitivos y a veces cambios conductuales y psiquiátricos”, asegura la neuróloga.

Detección precoz

De esta forma, si una persona nota que está más lenta, torpe, inexpresiva -con o sin temblor-, si hay una disminución del braceo en la marcha, le cuesta mover una pierna más que otra o a veces aparece un poco de temblor cuando está viendo televisión, se recomienda consultar con un neurólogo.

La detección precoz mejora el pronóstico del paciente en relación a la incapacidad que va generando el Parkinson, ya que permite una rehabilitación más efectiva.

Desgraciadamente aún no se ha descubierto ningún tratamiento preventivo que pueda evitarlo, pero la medicina puede disminuir la sintomatología, entregándole a la persona una mejor calidad y expectativa de vida.

“Existen fármacos con mejores resultados y con menos efectos secundarios, así como tratamientos quirúrgicos más eficaces y menos riesgosos”, aclara la Dra. Benavides.

Factores de riego

Pese a que existe una predisposición genética, el Parkinson afecta a la población en forma relativamente homogénea. No obstante, al ser un cuadro neurodegenerativo, crece la probabilidad de padecerlo al avanzar en edad.

“En la medida en que la población envejece, nos encontramos cada vez más con cuadros parkinsonianos. La buena noticia es que es una de las enfermedades sobre la que más se ha estudiado en el mundo”, indica la Dra. Benavides.

¿Se puede prevenir de alguna manera?

El ejercicio es una buena forma de evitar todas las patologías neurodegenerativas y lo ideal es realizarlo de forma programada tres veces por semana.

“Es importante recalcar que los pacientes no mueren de Parkinson. Puede que, con los años de enfermedad, haya algunos impedimentos funcionales, pero no es limitante totalmente. Hay que derribar el mito de que el Parkinson va a dejar inválido al paciente, hoy existen tratamientos y se puede lograr una muy buena calidad de vida”, afirma la especialista.