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Las autofotos son las publicaciones más frecuentes en redes sociales, especialmente en Instagram en donde el hashtag #selfie ocupa el top 10 de los más usados.
Es por ello que no es extraño que este tipo de fotografías comience a encontrar nuevos sub-géneros, que le permitan innovar a los usuarios y mostrar el lado más creativo y entretenido de las ‘selfies’: tal como las jelfies.
Aunque el término es nuevo, la verdad este modelo de fotos ya existía desde los años 50 con el nombre de ‘jumpology’, creado por el fotógrafo Philippe Halsman, aunque en un formato mucho más arcaico, aunque con el mismo método.
¿En consiste? Las jelfies son auto-fotos en donde el protagonista aparece saltando. El término es el resultado de una combinación entre jump (saltar) y selfie, definiendo claramente su uso. A diferencia de las de Philippe, estas fotos son tomadas por la misma persona que aparece saltando.
Para capturar este tipo de fotos, el usuario sólo necesita la cámara de su celular con temporizador y el ánimo de dar un gran salto. No obstante, el resultado lucirá más nítido mientras la calidad del aparato fotográfico sea más óptima y, mejor aún, si se captura con una cámara semiprofesional o profesional.
Lo anterior, ya que en un dispositivo hecho para capturar imágenes el usuario contará con mayor alcance de velocidad de obturación, o sea, un periodo más amplio de tiempo durante el cual estará abierto el obturador de la cámara y podrá capturar una imagen en movimiento más definida, dependiendo de la preferencia del fotografiado.
Para este tipo de fotos, es recomendable usar la cámara manual con tiempos cortos de obturación (menor a 1/100 s como 1/120 o 1/240; etc), de manera que la imagen quede congelada. También es muy importante que la cámara esté quieta durante momento del ‘disparo’ y la iluminación del lugar.
Lo anterior hará la diferencia entre una jelfie así:
Y otra así:
Finalmente es importante no olvidar llevar el conteo del temporizador mentalmente para saltar en el momento oportuno de la captura.
