Considerado uno de los criminales más peligrosos de Estados Unidos, Charles Manson, que murió en la cárcel a los 83 años, fue el gurú psicópata que ordenó asesinatos como el de la actriz Sharon Tate, cuya brutalidad conmocionó al país y al mundo.
A finales de los años 1960, había ordenado a sus discípulos matar al azar a los habitantes de barrios ricos y blancos de Los Ángeles, con la esperanza de desatar una guerra racial apocalíptica.
La “familia” Manson cometió al menos nueve asesinatos. Pero fue la espiral de violencia de los días 9 y 10 de agosto de 1969, con sus siete muertos, lo que más marcó las conciencias.
Entre las víctimas estaba Sharon Tate, la mujer del cineasta Roman Polanski, que entonces tenía 26 años y estaba embarazada de ocho meses y medio.
Por orden de Manson, que no estaba presente, una de sus adeptas, Susan Atkins, cometió el asesinato. Después, con la sangre de la actriz, escribió la palabra “PIG” (cerdo) en la puerta de entrada.
Presentado durante su largo juicio como un loco solitario dotado de una impresionante capacidad de persuasión, Manson -que nunca mostró arrepentimiento- se presentó al proceso con una cicatriz en forma de esvástica en la frente. Algunos seguidores lo imitaron.
En 1971 fue condenado a la pena de muerte junto a cuatro de sus discípulos.
Las penas fueron después conmutadas por cadena perpetua. Manson pidió en doce ocasiones la libertad condicional, rechazada cada vez.
‘Profecía’ inspirada en los Beatles
Nacido el 12 de noviembre de 1934 en Cincinnati, en el norte de Estados Unidos, de una madre con solo 16 años, el pequeño Charles nunca conoció a su padre y creció sin amor.
Su infancia fue caótica. En la adolescencia fue internado en una institución para muchachos donde cayó en la delincuencia. En 1955, con 21 años, fue condenado a cinco años de cárcel por robo de automóvil, pero obtuvo la libertad condicional.
Intentó sentar cabeza casándose con Rosalie Willis, pero un año después volvía a ser condenado por el mismo delito. En la cárcel supo que tenía un hijo, pero Rosalie pidió el divorcio y se fue con el niño.
Liberado por buena conducta, fue encarcelado de nuevo por diferentes delitos. “He pasado toda mi vida en prisión, lo que hace que aquí me sienta como en casa… ¿Cuánto hace que estoy en la cárcel? 34 años”, dijo en una entrevista en 1981.
En 1967, incluso pidió quedarse entre rejas, pero su petición fue rechazada. Fue en ese momento, en plena época hippie y con el apogeo de los Beatles, cuando fundó su “familia”, en torno a una profecía inspirada en canciones del mítico grupo inglés.
La comunidad de Manson, compuesta principalmente por mujeres ingenuas y entregadas, vive al margen de la sociedad. Nacen muchos bebés. El gurú tiene al menos un hijo con una de sus adeptas. La droga siempre está presente.
Nómada al principio, la comunidad se instala después en ranchos del Valle de la Muerte.
Creyéndose la reencarnación de Cristo, Charles Manson fomenta una serie de asesinatos para provocar el estallido de una lucha entre blancos y negros, bautizada como “Helter Skelter” por un título de los Beatles.
Cuando en numerosas entrevistas concedidas desde la cárcel se le preguntó qué consejo daría a los jóvenes, respondía: “deja huella para hacer saber al mundo que estuviste aquí”.
Más de 50 años después, los asesinatos de la “familia” Manson siguen atormentado las conciencias y suscitando una fascinación morbosa, alimentada por libros, canciones, circuitos turísticos, páginas web y películas. El propio Manson publico un álbum en 1970, que fue reeditado en CD en 2006.