Un grupo de expertos y autoridades de Colombia anunciaron hoy que el cambio climático está poniendo en serio riesgo la producción de café, la cual ha sido superada por la demanda en los últimos años. Según estos, ningún país está preparado para enfrentar este problema.
“Todo el mundo va a verse afectado. El café es muy sensible a variaciones pequeñas de temperatura. A medida que sube (temperatura), todos son afectados”, dijo a la AFP el brasileño José Sette, director ejecutivo de la Organización Internacional de Café (OIC), que reúne a 43 países exportadores y siete importadores del grano.
Según un informe de 2016 del Instituto de Climatología de Australia, la cantidad de tierra para el cultivo de café puede reducirse a la mitad en 2050 por el aumento de la temperatura que, además, impulsa el crecimiento de plagas y enfermedades en la planta.
Por su parte, la OIC ha advertido que la relación entre producción y consumo cumplió dos años de desequilibrio. En el periodo cafetero desde octubre 2015 a septiembre 2016 se consumieron 151,3 millones de sacos de 60 kilos de café, con un déficit de 3,3 millones de sacos suplido con la sobreproducción de años anteriores.
Como si fuera poco, desde 2012 el consumo del grano tiene un crecimiento anual promedio de 1,3%, añadió. “Con una menor producción no se podría suplir la demanda mundial”, explicó a AFP Roberto Vélez, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) de Colombia, principal productor de café de calidad y tercer productor global del grano.
Industria en declive
“Los choques climáticos son mucho más virulentos (negativos) de lo que normalmente son”, advirtió Vélez en el marco del primer Foro Mundial de Países Productores de Café que cierra este miércoles en la ciudad colombiana de Medellín.
Puso como ejemplo la helada presentada en 1975 en Brasil, principal productor y exportador del grano, que se llevó la mitad de la cosecha. Si un escenario de esa magnitud vuelve a ocurrir, “¿de dónde sacamos 25 millones de sacos?”, se preguntó.
Brasil cosechó 51,4 millones de sacos en 2016, aunque advirtió una baja para 2017 de 11,3% por el ciclo bienal negativo de la variedad arábica.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, advirtió el martes en el foro que las tierras brasileñas serán menos aptas para el cultivo de café porque el calentamiento global afecta más a los países alejados de la línea ecuatorial.
Además, Vélez alertó sobre la creciente concentración de la cosecha en los principales productores (Brasil, Vietnam, Colombia, Indonesia y Honduras), por lo que un fenómeno climático en estas naciones afectaría directamente la oferta.
“Este año simplemente no va a haber (producción de café) en algunas partes” de Colombia, aseguró Vélez, quien explicó que el país sudamericano tuvo que reducir a menos de 14 millones de sacos la producción proyectada para 2017 por las fuertes lluvias registradas entre noviembre de 2016 y principios de marzo pasado.
“Problemas” sociales
El negocio cafetero es el sustento de 25 millones de familias en 60 países y un mercado que a nivel mundial genera unos 100 billones de dólares, según cifras de la OIC del primer semestre de 2017.
La respuesta de los cafeteros para enfrentar el cambio climático se planta en dos pilares: adaptación y mitigación, apuntó Sette.
Para el directivo, el primer punto incluye a toda la sociedad y las naciones más allá de la caficultura, por lo que es fundamental la reducción de emisiones de carbono.
En cuanto a la mitigación, las soluciones pasan por cambiar el sitio del plantío, acompañar los cafetales con otras plantaciones que les den sombra, y crear variedades más resistentes y aumentar la productividad por hectárea.
Los expertos reunidos en el foro identificaron como uno de los principales retos del sector la sostenibilidad de los productores, cuyos ingresos también se ven afectados por las pérdidas en la siembra y el aumento en los costos de los insumos.
El economista estadounidense Jeffrey Sachs dijo el martes que las ganancias para los productores han bajado dos tercios desde principios del siglo XX.
“Cuando hay un problema vinculado al cambio climático también estas familias cafeteras, estamos hablando de millones de personas, pasan hambre y tienen problemas muy serios”, indicó en tanto Fernando Morales, fundador de Café for Change, una iniciativa con sede en Estrasburgo (Francia) para respaldar a pequeños productores.