Una bebé prematura captó mucha atención en Inglaterra en abril de 2016, debido a que nació apenas dos días después de la fecha límite para abortar en Inglaterra, a sus 24 semanas.
Muchos no esperaban que sobreviviera, ya que era extremadamente pequeña y tenía varios problemas de salud. No obstante, 9 meses más tarde y contra todo pronóstico, la bebé ha logrado vivir y vencer los obstáculos.
La bebé se llama Francesca y nació en Liverpool, pesando apenas 725 gramos. Era tan pequeña que sus pies eran casi del mismo tamaño que una moneda británica de un penique.
Tan pocas eran las esperanzas de que viviera, que según contó la madre, Victoria, de 37 años, “después de que nació las enfermeras me dieron una caja del recuerdo, que las hacen para los bebés que mueren durante el parto. Tomaron capturas de sus manos y pies para mí”.
Sobre su hija, añadió que “pensaba que lucía como un feto. Su piel era traslúcida y no tenía pestañas ni cejas. Sus ojos aún no podían abrirse. Era muy pequeña. Nos dijeron que nos quedaban apenas unas horas con ella, no creían que fuese a sobrevivir. Su sangre estaba llena de infecciones”.
Pero ahora, a los 9 meses, la bebé ha crecido de forma significativa y ha sobrevivido a 15 transfusiones de sangre, cirugía de láser en sus ojos, meningitis, septicemia, sepsis, dos colapsos pulmonares y problemas a sus riñones.
Respecto a la milagrosa recuperación de la bebé, la madre dijo, en entrevista con el periódico británico Daily Mirror, que al principio “se volvía más fuerte cada día, pero después algo más le afectaba. Salió de la incubadora a las 8 semanas. Los doctores no podían creer que aún siguiera viva“.
“Fue dada de alta del hospital a las 17 semanas. Dijeron que era un milagro”, agrega.
Ahora, Francesca luce así:
Lo más destacado es que si Francesca hubiese nacido dos días antes, los médicos no habrían hecho nada para intentar salvar su vida, ya que los bebés que que tienen menos de 24 semanas, que es el límite de tiempo para abortar, son considerados inviables por ley en el Reino Unido debido a sus bajas probabilidades de supervivencia.
Más allá de la recuperación milagrosa de su hija, el sólo hecho de quedar embarazada ya fue algo extraordinario para Victoria, pues los médicos le habían dicho que no podría tener hijos debido a problemas en sus ovarios. Antes de esta bebé, ella y su pareja ya tenían una hija de 17 años.