En mayo caducan los contratos de STP y RedBus, dos de las actuales operadoras del Transantiago. Al declarar desierto el proceso de licitación del sistema, el Gobierno comenzó a negociar con estas empresas para extender los acuerdos.
La semana pasada se concretaron los primeros acercamientos, en los que el Ministerio de Transportes dio a conocer algunos requisitos y pidió a las operadoras que dentro de algunas semanas realicen sus propuestas.
El ejecutivo estima que dichos contratos se extiendan por 12 o incluso 18 meses, tratando de hacer calzar el término de esos acuerdos con la adjudicación de una eventual nueva licitación, como señaló el director de Transporte Público Metropolitano, Eduardo Castro.
STP y RedBus operan en la actualidad el 17% de los casi 6.600 buses que componen la flota del Transantiago. Las negociaciones con estas empresas debían realizarse sí o sí, ya que de acuerdo a las estimaciones de las exautoridades, las nuevas operadoras ingresarían al sistema recién en febrero del próximo año.
Sin embargo, la prórroga con las nuevas condiciones sería mayor a las iniciales, lo que para el exdirector de Transporte Público Metropolitano, Guillermo Muñoz, significaría mantener la calidad del servicio e incluso
El gerente de Operaciones de STP, Diego Muñoz, comentó que evaluarán la posibilidad de incorporar buses con bajas emisiones a su flota.
Un estudio solicitado por el Ministerio de Transportes en 2017, advirtió que extender los contratos tendría un costo al fisco sobre los US$4 mil millones de dólares, lo que totalizaría un déficit del sistema cercano a los US$12 mil millones, considerando los registros desde 2007, montos que fueron desestimados por la titular de la cartera, Gloria Hutt.
En octubre vence otro contrato, el de Alsacia, cuyo acuerdo también sería extendido. Esa empresa es la con peor rendimiento según el ranking de calidad que elabora la Dirección de Transporte Público Metropolitano, y se mantendría en el sistema al menos hasta que se realice una nueva licitación.