Tras las tomas y desalojos efectuadas durante las últimas semanas en la comuna de Santiago donde no habría existido diálogo con la comunidad escolar, el municipio negó rotundamente dicha información y salió al paso de las críticas frente a este proceso.

A través de un comunicado explicaron que han desarrollado muchos puntos de participación y diálogo con el alumnado como con los claustros escolares para definir las expectativas frente a la educación pública.

Además, añadieron que se creó el Departamento de Asuntos Estudiantiles y de Comunidad Escolar en la Dirección de Educación, que desarrolla un diálogo cotidiano con los estudiantes y con los otros estamentos. “Todas estas instancias han impulsado un diálogo permanente para buscar acuerdos, procesar los conflictos y buscar soluciones cuando se activan movilizaciones”, precisó el documento.

Asimismo, agregaron que “las tomas que se han iniciado en este período no fueron resultado de negociaciones o conversaciones mal llevadas, sino que corresponde a una decisión política del movimiento estudiantil de ejecutar una movilización con demandas nacionales, priorizando los colegios de Santiago por la visibilidad que tiene la comuna en el contexto del país”, sostuvieron.

Respecto a los desalojos, indicaron que esta determinación surgió tras los daños de estos establecimientos en reiteradas oportunidades. “Lo sucedido en el Instituto Nacional Barros Arana (INBA) es una muestra más de lo anterior, pero han existido múltiples casos en el pasado, con daños y robos que han remecido a las comunidades escolares”, argumentaron.

También, explicaron que esta medida responde a la grave amenaza a la seguridad de los estudiantes.

“Hace un par de semanas en el Liceo Darío se produjo una fuga de gas en extrañas circunstancias, donde tuvo que acudir bomberos y que afortunadamente no tuvo consecuencias mayores, y no olvidemos tampoco que hace dos años hubo un incendio al interior del Instituto Nacional. Dentro de ese contexto, hemos constatado también la presencia de personas ajenas al estudiantado, muchas de ellas mayores de edad, las que actúan con violencia y toman el control de estas movilizaciones, superando la capacidad de control de los estudiantes y sus dirigentes”, aclararon.

El municipio de Santiago enfatizó que siempre han mantenido el diálogo con los dirigentes estudiantiles y que la convicción de la Dirección de Educación es que los colegios de Santiago son ocupados como emblema para activar el movimiento estudiantil por la visibilidad que alcanzan sus movilizaciones, colocando una enorme presión a los estudiantes para prolongar las tomas y lograr así la atención de la opinión pública.

Finalmente, arguyeron que en Santiago seguirá existiendo diálogo con una política proactiva para evitar y desactivar las tomas, pero que “se solicitará el desalojo de los colegios para evitar los enormes daños que éstos sufren y para proteger la seguridad de los propios estudiantes ante la presencia recurrente de grupos radicalizados que se aprovechan de sus movilizaciones para ejercer la violencia y causar destrucción”, concluyeron.