En un fallo unánime, el Tribunal Eclesiástico con sede en Santiago, no dio pie a la denuncia por abuso sexual sobre un menor de edad que durante el 2011 fue presentada contra el sacerdote claretiano, Francisco Javier Cartes Aburto.
En conferencia de prensa, el vicario general de la diócesis de Talca, Mario Molina, fue el encargado de dar lectura a los seis puntos incluidos en un comunicado, texto donde se recalca que tras una larga investigación, dicho estamento no alcanzó la certeza moral, respecto de la veracidad de los hechos en su momento denunciados, y por lo tanto, tampoco de la culpabilidad del aludido religioso, recalcando que no habría “pruebas ni indicios de prueba que apunten a la culpabilidad” de Cartes.
Independiente de ello, los tres jueces que redactaron el fallo estimaron que el sacerdote sí habría incurrido en conductas que “pueden ser calificadas como imprudentes en el trato con jóvenes, especialmente dadas las circunstancias contextuales por las que atraviesa la iglesia”, lo cual a juicio de tal instancia debe ser sancionado con una amonestación, que dentro de los próximos días le será entregada al propio religioso.
Como las partes involucradas en el juicio ya fueron notificadas respecto a los detalles del fallo, quien presentó la acusación tiene un plazo de quince días para hacer uso de su derecho a una apelación, si así lo estima pertinente.
Uno de los puntos del documento leído por Molina recordó que Cartes fue declarado culpable por los “tribunales ordinarios de justicia chilenos”, precisamente por el delito de abuso sexual en contra de un menor, imponiéndole una pena remitida que el religioso se encuentra cumpliendo.
“Ambas instancias (justicia civil y el Tribunal Eclesiástico) no se anulan; los clérigos, como todo ciudadano, deben respetar las leyes del Estado y al mismo tiempo, el ordenamiento jurídico canónico propio de su estado clerical”, aclara el texto.
Inocente ante la Iglesia
Al ser consultado respecto a las implicaciones que tendrá el fallo en cuanto al trabajo como sacerdote de Cartes, el vicario general de la diócesis de Talca, Mario Molina, indicó que como dicho religioso pertenece a la congregación claretiana, serán ellos los que deberán designarle algún tipo de función o cargo, ya que, respetando las limitaciones vigentes que la sentencia de carácter civil en su momento emitió, desde ahora puede volver a las funciones que desempeñaba en tal ámbito.
“En cuanto a la iglesia, lo que se le pudo haber suspendido, se lo devuelve, porque lo encontró inocente”, subrayó.
“Era lo que yo siempre esperaba”
Minutos después de que el fallo fuera dado a conocer a la opinión pública, en las puertas de su domicilio particular, el sacerdote, Francisco Cartes, se refirió al resultado de la investigación que pesaba en su contra en el ámbito eclesial. “Estoy feliz, era lo que yo siempre esperaba. De alguna manera la justicia se hace realidad”, acotó de entrada, recalcando que independiente a lo manifestado por el Tribunal Eclesiástico, seguirá “respetando y cumpliendo” la vigente sentencia que fue emitida por la justicia de carácter civil, esto a pesar de que “no la comparte”.
Respecto a sus labores como sacerdote, Cartes indicó que espera retomarlas “lo más pronto posible”. Por último, el religioso dio cuenta sobre las dificultades que ha debido enfrentar en todo el proceso de la citada investigación, la cual se extendió desde el 2011, debiendo para ello recibir asistencia de carácter profesional en el ámbito psicológico.